(Foto: Facebook/Mohamed Salah)
(Foto: Facebook/Mohamed Salah)

Desde el domingo han circulado en Facebook y Twitter algunas fotos del llamativo disfraz de Halloween de una niña, que nunca esperó que este generara un amplio debate.

La pequeña Madison es oriunda de la pequeña ciudad irlandesa de Limerick y es una auténtica fanática del fútbol, deporte que practica en un club local. Dentro de este deporte, su máximo ídolo es Mohamed Salah, gran figura de Liverpool y una de las principales estrellas de la Premier League de Inglaterra.

Tan grande es la admiración que Madison siente por Salah, que pidió a su madre que la dejara disfrazarse del egipcio. Tal fue la insistencia, que su madre, Marion McGuane, accedió a su pedido y contactó a una maquilladora profesional para cumplir el deseo de la niña.

El resultado, viral en Facebook, es que la pequeña posó con el uniforme de Liverpool, lució una peculiar peluca y barba postiza, además de un rostro mucho más bronceado. Esto último fue el detonante de numerosas críticas en las redes sociales.

Muchos vieron esto como un ejemplo de lo que se conoce como ‘blackface’, una práctica procedente de los tiempos de segregación en la que los blancos se pintaban el rostro para hacer imitaciones negativas de personas de otras razas, sobre todo de afrodescendientes.

“Mohamed Salah es su ídolo. Al principio pensé que la gente lo tomaría como algo ofensivo, pero ella me convenció y nos pusimos manos a la obra”, explicó la madre a la prensa británica sobre el incidente.

No obstante, muchos comentarios en Twitter y Facebook señalan que el problema no era querer vestirse de Salah, sino tener que pintarse la piel para ello, algo que no era necesario. “Mucha gente pensó que era brillante y nadie nos dijo nada del bronceador. Es solo pintura, no hay motivo para ofenderse”, sostuvo Marion McGuane ante estas críticas.

Pese a lo anterior, hay quienes han defendido la decisión de la madre y la maquilladora, quienes únicamente deseaban hacer realidad la ilusión de la pequeña que no entiende de discriminación. El debate continúa en las redes sociales.

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