Trevor James explicó hace poco a sus 2,8 millones de seguidores que quedó "enamorado de Pakistán" tras ser invitado por el  jefe de una agencia de promoción turística. (Foto: Instagram @thefoodranger)
Trevor James explicó hace poco a sus 2,8 millones de seguidores que quedó "enamorado de Pakistán" tras ser invitado por el jefe de una agencia de promoción turística. (Foto: Instagram @thefoodranger)

Son jóvenes, lindos, occidentales... y solo hablan maravillas de , sus espectaculares paisajes y su acogedora población. Desde hace un año y a pesar de las dificultades para visitarlo, blogueros turísticos alaban este país ignorado por el turismo de masas.

"Pakistán fue el viaje de mi vida", decía en noviembre , un "influencer" turístico con cuatro millones de abonados en YouTube, tras dos semanas en el país

, otro referente en la red, explicaba hace poco a sus 2,8 millones de seguidores que quedó "enamorado de Pakistán".

Ambos fueron invitados por Ali Hamdani, jefe de una agencia de promoción turística y quien los acompañó en su periplo.

"Las redes sociales son la mejor manera de presentar una contranarrativa" sobre Pakistán, considera Hamdani. "La gente las cree".

En Pakistán, una etapa imprescindible de la ruta hippie de miles de occidentales en los años 1970, el flujo de turistas se secó entre 2001 y 2015 debido a los atentados.

Desde entonces la violencia disminuyó drásticamente y "el problema ya no es la seguridad", considera Atif Khan, ministro de Turismo de Jaiber Pajtunjuá (noroeste). "El problema es la percepción del país", asegura.

"En busca de sensaciones"

Pakistán apenas atrajo a 1,75 millones de turistas en 2017, a pesar de las ventajas que ofrece: paisajes del Himalaya en el norte, desiertos en el sur, una rica historia religiosa y la hospitalidad de sus habitantes.

Con sus fotos y videos, los blogueros permiten que se vea su "verdadera imagen", considera Atif Khan, quien los califica de "eficaces", al "alcanzar el público adecuado", esto es, "jóvenes en busca de sensaciones".

Como los milenials utilizan cada vez más las redes sociales para programar sus vacaciones, muchos países recurren a "influencers" turísticos para mejorar su imagen.

A principios de abril, varios de ellos se reunieron con el primer ministro paquistaní, Imran Khan, durante un foro sobre turismo, un sector que Pakistán, con una economía que vacila, convirtió en una prioridad.

Rosie Gabrielle visitó un pequeño pueblo histórico a las afueras de Lahore llamado Padhana, en Pakistán. (Foto: Instagram @rosiegabrielle)
Rosie Gabrielle visitó un pequeño pueblo histórico a las afueras de Lahore llamado Padhana, en Pakistán. (Foto: Instagram @rosiegabrielle)

"Hacer contenido"

Los blogueros parecen exaltados con la tarea. , cuyos pasajes de avión y formalidades administrativas fueron pagados por una asociación paquistaní de Omán, dice estar "en misión" para "decir la verdad" sobre el país.

En un "road-trip" sola en moto de 3.500 kilómetros, "me ayudó gente que no tenía nada", asegura a la AFP esta canadiense de 32 años y 74.000 seguidores en Instagram.

Eva Zu Beck, de 27 años y con 358.000 amigos en Facebook, se convirtió en una musa de la red paquistaní a golpe de comentarios elogiosos.

"Creo que Pakistán puede convertirse en el destino turístico número uno del mundo", afirmó hace poco esta polaca, para la que una compañía telefónica local produjo varios videos.

"Mi trabajo no es amar Pakistán. Es hacer contenido", afirma al ser preguntada por la AFP por su optimista visión. "Pero me encanta Pakistán".

"Irresponsable"

Pero Pakistán no es tan fácil de descubrir. Los hoteles y transportes son escasos, las carreteras a veces resultan caóticas y las viajeras pueden ser acosadas en ocasiones en esta sociedad musulmana patriarcal y conservadora.

Pero los "influencers" lo ignoran porque durante su visita son ayudados, afirma Zara Zaman, una activista feminista de Islamabad, "irritada" por el hecho de que sean occidentales, y no paquistaníes, quienes promocionan su país.

"Aún no terminamos con la resaca postcolonial", lamenta.

Lo que los "influencers" publican "no se basa en una experiencia real", critica la estadounidense Alexandra Reynolds, de 27 años, quien realiza su quinta visita de "mochilera" a Pakistán.

Eva zu Beck y Rosie Gabrielle visitaron Baluchistán, una provincia tan linda como estable del sudoeste para la que normalmente se necesitan autorizaciones difíciles de conseguir.

"Decir que todo es magnífico en Pakistán es irresponsable", dice indignada June, una británica de 51 años a la que un policía acosó por teléfono en 2017 en el Swat (norte).

Otros viajeros también hablaron a la AFP de comportamientos abusivos de parte de las fuerzas de seguridad que, tras años de guerra contra el terrorismo, sospechaban que eran espías.

La bloguera Alexandra Reynolds vio aparecer un hombre armado en su albergue de Sust (norte) para controlar su pasaporte en junio de 2016.

Su conclusión la expresó en un video que se hizo viral: "Pakistán aún no está preparado para recibir al turista medio, sin experiencia e ignorante" al que las publicaciones "excesivamente simplificadoras" de los "influencers" podrían atraer.

AFP

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