Nicanor se levanta todos los días a las 7 de la mañana para ir a estudiar y por las tardes recibe a los niños en su escuelita. (Foto: Pixabay)
Nicanor se levanta todos los días a las 7 de la mañana para ir a estudiar y por las tardes recibe a los niños en su escuelita. (Foto: Pixabay)

En 2018, su historia conmovió al mundo. Nicanor Quinteros es un chico que con solo 12 años decidió crear una escuela en el patio de su casa para ayudar a sus vecinos más necesitados a aprender. Él acondicionó un espacio donde los recibía cada tarde. El tiempo pasó y acaba de inaugurar su salón de escuela.

Este ejemplo de lucha y dedicación se inició en el barrio “Las Piedritas”, en San Juan, la capital de la provincia del mismo nombre en el oeste de Argentina. Su abuela Ramona es la dueña del hogar que él acondicionó para convertirse en profesor de 36 alumnos.

Escuela ‘Patria Unidad’ es el nombre que le dio al lugar donde no dejó de apoyar a los chicos que presentaban problemas en el colegio o que tenían diversas dificultades para estudiar, es sí, sin dejar de lado sus clases, pues durante las mañanas asiste a su escuela para seguir aprendiendo lo que enseñará de matemática o lengua.

El plan inició con seis cursos de nivel primario y un grupo de jardín de infantes. Gracias al apoyo de los vecinos consiguió un pizarrón, una biblioteca, libros de asistencia y hasta un botiquín con primeros auxilios.

Nicanor ya tiene su propio salón de clases y casi 50 alumnos a los que les enseña por las tardes. (Foto: Tiempo de San Juan)
Nicanor ya tiene su propio salón de clases y casi 50 alumnos a los que les enseña por las tardes. (Foto: Tiempo de San Juan)

Si bien su escuela funcionó de esa manera durante varios meses y de forma exitosa, Nicanor Quinteros acaba de hacer realidad uno de sus sueños: oficializar un salón de clases de su escuela ‘Patria Unidad’.

“Me siento muy bien, hoy inauguramos la escuela, que en realidad es un aula y han venido más de 40 chicos. En enero empezaron a construir, ahora lo inauguramos y empezamos a llenarlo con armarios, mesas y todo eso”, contó Nicanor Quinteros en una entrevista con el ‘Tiempo de San Juan’.

Su día a día se reparte entre sus estudios en el colegio por las mañanas y el dictado de clases. Sus fieles alumnos llegan a las 2 de la tarde a su escuelita y ya son cerca de 50. Estar ahí es tal cual una institución educativa pues los niños también tienen hora de recreo y se diviertan cuando escuchan la campana, llevan sus alimentos y hasta izan una bandera y cantan el himno nacional. Sin duda, una gran historia de amor hacia los demás.

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