Alvin Kennard, que actualmente tiene 58 años, recuperará pronto su libertad. (Foto: Pixabay)
Alvin Kennard, que actualmente tiene 58 años, recuperará pronto su libertad. (Foto: Pixabay)

Esta es una historia sorprendente que llega desde . En 1983 Alvin Kennard perpetuó un robo en una panadería en la ciudad de Bessemer, Alabama. En total fueron 50,75 dólares, pero le valió que la Justicia lo sentenciara a estuviera el resto de su vida en la cárcel. El tiempo pasó y ahora con 58 años está a punto de salir en libertad. El último miércoles, 35 años después, un juez dio por cumplida su condena, según The Washington Post.

Cuando tenía 22, el hombre tuvo la desafortunada idea de delinquir. Sin embargo, no contó con que delitos anteriores ocasionarían que sea condenado a cadena perpetua y sin posibilidad de libertad condicional. Esto sucedió en base a una ley que aumentaba las penas en caso de reincidencia.

Tiempo atrás, cuando tenía 18, participó del robo a una estación de servicio, por lo que en 1979 fue hallado culpable y condenado a tres años de libertad condicional. La suma de este delito más el de la panadería hizo que el castigo contra Alvin Kennard sea mucho mayor.

Un nuevo comienzo

35 años después del fallo se celebró una audiencia en la que el hombre lamentó los delitos que cometió y prometió que si salía de la cárcel empezaría a trabajar en carpintería y se mudaría a vivir con su familia en Bessemer.

"Solo quiero decir que lamento lo que hice. Asumo la responsabilidad de lo que hice en el pasado. Quiero la oportunidad de hacerlo bien", expresó ante el juez.

Luego de escucharlo y también a la abogada Carla Crowder, directora ejecutiva del Centro Appleseed para la Ley y la Justicia, los fiscales no se opusieron a recortar la sentencia, por lo que el juez David Carpenter estableció que la sanción estaba cumplida.

De esta manera, Alvin Kennard podrá salir en libertad y dejar atrás todos los años que pasó en la cárcel. Para que las puertas de la cárcel se abran, primero el Departamento de Correcciones de Alabama debe recibir la documentación y no se sabe exactamente cuándo sucederá; sin embargo, sus familiares presentes en la sala celebraron y lloraron de alegría sabiendo que pronto podrán compartir con él en su hogar y alejado de los barrotes.

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