Hombre graba el primer día de clases de su hija durante 13 años y el resultado se vuelve viral

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Cuando uno cría hijos, es difícil imaginarse lo rápido que vuela el tiempo. Un instante sufres por las noches que pasas en vela cuidando a tu bebé y al siguiente no puedes creer que estén a punto de ir a la universidad. Sin duda, estos maravillosos años son difíciles de capturar por lo fugaces que son pero un padre en Estados Unidos logró hacerlo a través de un video que ha conmovido a más de un usuario en YouTube.

Kevin Scruggs vive en Seattle, en Washington, con sus dos hijas, Mackenzie y Madison, y tuvo la genial idea de grabar las impresiones del primer día de escuela de ambas. A su regreso a casa, el autor del video viral de YouTube se sentaba con ellas y les preguntaba cómo había estado su día, qué era lo que más les emocionaba sobre el año escolar que les aguardaba, acto que repetía al año siguiente.

Como resultado, en el 2017 Kevin compartió un compilatorio de Mackenzie que comenzaba con extractos de su entrevista tras su primer día en el jardín de niños y terminaba con el de su último año de preparatoria. El video se volvió viral e inspiró a un sinnúmero de padres a hacer lo mismo. Ahora, dos años después, era el turno de Madison de graduarse y, como no podía faltar, su padre compartió su esperado tributo.

El viral de YouTube comienza con Madison como una adorable estudiante de jardín de niños de cinco años con el cabello alborotado y varias pecas a lo largo de la nariz. La pequeña se mostró emocionada por ir a la escuela y no podía dejar de hablar sobre sus maestros favoritos, así como de los amigos que hizo y todo lo que ocurría en su salón de clases. A medida que el video avanza, vemos cada etapa de su crecimiento frente a nuestros ojos.

Y es que en los casi 4 minutos de duración del video viral de YouTube, que engloba 13 años de videos y entrevistas, vemos cómo Madison pasa de una dulce niña a una adolescente con frenillos hasta convertirse finalmente en una joven mujer a punto de embarcarse en un viaje hacia la adultez. Sin duda, un recordatorio de lo rápido que crecen los hijos y que debemos atesorar cada minuto que pasemos con ellos.