¿Sabías que la forma en que ponemos curitas, esa que usamos desde que éramos niños, en ciertas partes de nuestro cuerpo es la incorrecta? Pues en la siguiente nota te enseñaremos una manera más efectiva de colocar estos vendajes adhesivos para que cubras mejor las heridas que sufras producto de cortes, espinillas o cualquier otra lesión superficial.
Esto es debido a que las curitas no están hechas para las heridas en, por ejemplo, los dedos de las manos y de los pies, ya que suelen molestar mucho a las personas que las llevan puestas o se despegan debido a la fricción del movimiento; sin embargo, con unas simples tijeras podrás solucionar este problema en un dos por tres gracias al usuario 5-Minute Crafts de YouTube.
Todo lo que hay que hacer es cortar por la mitad las tiras adhesivas de la curita para así tener cuatro en vez de las dos de siempre. Después, colocamos la parte esterilizada sobre la zona lesionada y presionamos, removemos el plástico protector y extendemos las tiras de forma cruzada alrededor del dedo, teniendo cuidado de no hacerlo sobre la articulación.
A diferencia de las que tienen forma de mariposa, con este método puedes envolver las cuatro tiras de la curita “mejorada” de forma individual para que así ninguna de ellas se pegue encima de la otra debajo de la articulación del dedo, lo que te permitirá mover tu mano sin que el vendaje adhesivo te moleste o se desprenda de tu piel.
El truco funciona en cualquier parte de tu cuerpo que creas que la curita necesitará un mejor agarre, ya sea en nudillos, dedos de las manos, dedos de los pies, orejas u otro lugar en el que sea difícil que se adhiera de forma correcta. Si bien no tiene la maleabilidad de un vendaje líquido, funciona mucho mejor que la típica venda de gasa o las que son a prueba de agua.