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Con la llegada del 2019, los seguidores de Harry Potter acaban de enterarse de un secreto que tal vez J.K. Rowling debió seguir guardando bajo siete llaves. No, no se trata de ninguno relacionado a los personajes de su famosa obra mágica sino de uno que más de un ‘Pottherhead’ querrá olvidar con la ayuda de algún poderoso hechizo.
Y es que si alguna vez leyendo los libros de Harry Potter te percataste de que jamás contaban cómo hacían los alumnos y profesores del castillo Hogwarts para ir al baño, la escritora contó que ese fue un lujo que recién pudieron darse a partir del siglo XVIII, ya que la plomería era inexistente en dicho lugar.
La revelación tuvo lugar en la cuenta oficial de Twitter de Pottermore, el espacio de Internet donde J.K. Rowling publica datos desconocidos a los fanáticos de Harry Potter sobre sus libros y el vasto universo de hechicería que creó, haciendo especial énfasis en este último punto sobre el método que usaban para “deshacerse” de sus asuntos.
“Hogwarts no siempre tuvo baños. Antes de adoptar los métodos de plomería Muggle en el siglo dieciocho, las brujas y los magos simplemente hacían sus necesidades donde se encontraban parados y desaparecían la evidencia”, compartió Pottermore citando a J.K. Rowling por el Día Nacional de las Trivias.
Este dato –que recibió reacciones mixtas en redes sociales por parte de la enorme legión de seguidores de Harry Potter– fue explicado por la propia J.K. Rowling en una publicación titulada “La Cámara de los Secretos”, donde dijo que la entrada a la Cámara de los Secretos corrió peligro de ser descubierta al estar ubicada en el lugar propuesto para los baños.
“Cuando la plomería de Hogwarts se volvió más elaborada en el siglo XVIII (una instancia rara de los magos copiando a los Muggles, ya que ellos simplemente hacían sus asuntos donde estuvieran parados y desaparecían la evidencia), la entrada a la Cámara de los Secretos se veía amenazada, ya que estaba localizada en el sitio elegido para el baño”, escribió.
“La presencia en la escuela en ese momento de un estudiante llamado Corvinus Gaunt – descendiente directo de Slytherin y ancestro de Tom Riddle – explica cómo una simple trampilla estaba secretamente protegida, para que aquellos que supieran sobre ella accedan a la entrada de la Cámara aún incluso si la nueva plomería ya había sido instalada”, finalizó.
