Kim Hill fue la voz femenina de los Black Eyed Peas y renunció poco antes que la banda se catapultara al estrellato. ¿Qué motivó su decisión de dar un paso al costado?| Crédito: @alwayskimhill / Instagram
Kim Hill fue la voz femenina de los Black Eyed Peas y renunció poco antes que la banda se catapultara al estrellato. ¿Qué motivó su decisión de dar un paso al costado?| Crédito: @alwayskimhill / Instagram

“Renuncié a los y luego se hicieron famosos”. Este el titular con el que la sección del The New York Times presentó la de Kim Hill, una aspirante a cantante que un día conoció a un joven rapero llamado will.i.am a fines del siglo pasado y se unió a su banda de hip-hop que por aquel entonces daba mucho que hablar en la escena subterránea de Los Angeles. El resto ya todo el mundo lo sabe. ¿O quizás no?

Los Black Eyed Peas a Hill hasta el año 200 cuando, al atravesar por una encrucijada en el año 2000, decidió renunciar y encontrar su propia voz; sin embargo, nunca imaginó que poco después la agrupación alcanzaría el estrellato mundial con pegajosos éxitos como “I Gotta Feeling”, “Where is the Love?”, “Pump It”, “My Humps”, “Shut Up”, entre muchos otros más. ¿Se arrepintió de haber dejado pasar esta oportunidad única en la vida?

Primero, para conocer sobre lo que llevó a Kim Hill a dar un paso al costado y cederle su lugar a Fergie como la voz femenina de los Black Eyed Peas tenemos que retroceder en el tiempo, específicamente a Los Ángeles de la década de 1990. Las narrativas del hip-hop eran más que violentas ya que reflejaba la tensión que se vivía en aquel entonces y los artistas más representativos del género cantaban temas con letras degradantes hacia la mujer.

Fue en esta ciudad de California que Kim Hill comenzó sus pininos como artista después de mudarse de su natal Syracuse en Nueva York. Pese a que su mamá fue una madre soltera, la vida que tuvo fue privilegiada ya que creció siendo una chica afroamericana en un suburbio de gente blanca, por lo que desde pequeña siempre supo convivir entre esos dos mundos y la música siempre estuvo presente en su hogar.

Mi primer recuerdo de la música es de mí sentada frente al televisor cuando pasaban ‘Soul Train’ y a mí me gustaba cada momento del programa. La mejor parte era la Fila Soul Train. Otro segmento del show consistía en al menos un acto musical en el que podía estar Elton John, David Bowie, Stevie Wonder. Yo quería salir en ‘Soul Train’, era el show más genial donde uno podía aparecer”, señala en compartida en el canal de del diario.

"Black Eyed Peas antes que el afropunk sea bien afropunk con De La Soul y The Pharcyde en 1998", se lee en la descripción de Kim Hill con sus antiguos compañeros de banda. | Crédito: alwayskimhill / Instagram
"Black Eyed Peas antes que el afropunk sea bien afropunk con De La Soul y The Pharcyde en 1998", se lee en la descripción de Kim Hill con sus antiguos compañeros de banda. | Crédito: alwayskimhill / Instagram

Su ingreso a Black Eyed Peas

Con este recuerdo en mente y las palabras “¿Dónde está tu voz? ¿Dónde estás?” que le dijo su madre en su cumpleaños número 16, Kim se mudó a un sitio donde tuviera espacio para escribir música desde su punto de vista y escogió como destino Los Angeles, ciudad a la que llegó con la consigna de obtener un contrato discográfico. Si bien necesitaba empezar a ganarse la vida, lo primero que hizo fue tomarse unas fotos estilo retrato profesional y tentar su suerte.

“Me subía al bus a las 4 am cuando todo estaba oscuro, desde Culver City hasta lo más profundo del valle, llevando mis fotos y de pronto comencé a trabajar. Obtuve un papel en una serie llamada ‘Living Single’, donde me pagaban 50 dólares y la gente podía verme caminando por ahí como un extra de fondo. Las personas me decían que lo había logrado, pero yo en realidad no tenía ni para comer”, señaló.

Pero todo cambió un día cuando la llamaron para una presentación. Después de subirse al escenario para hacer lo que mejor sabía, de pronto un muchacho le dio el alcance y le dijo que deberían escribir música juntos ya que le había parecido genial. “Me dijo que su nombre era will.i.am y su amigo, Taboo Nawasha. La otra persona que los acompañaba se presentó como Apl.de.ap. ‘Somos The Black Eyed Peas’, dijeron”. Y ese fue el comienzo de una bonita amistad.

La química musical entre Kim Hill y will.i.am fue inmediata ya que cuando el joven músico le hizo escuchar algunas canciones, ella comenzó a improvisar una letra que se le ocurrió en el acto. “Todo aquello se reforzó con nosotros teniendo esta relación de hermana mayor-hermano menor. ‘Eres una de nosotros. Ahora nos acompañarás en este viaje’, me dijeron”, recordó la cantante sobre los duros comienzos de los Black Eyed Peas.

“Haciendo esta música y la gente comprándola. Teníamos llenos totales en pequeños recintos, y abríamos los espectáculos de todos desde Eminem a No Doubt y Outkast. No podíamos creer que nuestro tipo de hip-hop estaba siendo aceptado”, señaló, recalcando lo felices que eran en un tiempo del hip-hop en el que realmente no estaba simplemente sentirse así. La movida subterránea de Los Angeles los adoraba y no sentían la presión de ser más que ellos mismos.

El principio del fin con Black Eyed Peas

Pero un día, después que los Black Eyed Peas ‘rockearon’ la sala de concierto de música en vivo y restaurante House of Blues, will.i.am, Taboo Nawasha y Apl.de.ap tuvieron que volver al este de Los Angeles a convivir nuevamente con las pandillas y sus familiares cumpliendo tiempo en prisión. Al parecer su éxito había sido algo pasajero y tenían que escalar nuevamente hacia la cima de la industria musical, incluso si aquello significaba hacer cierto sacrificio.

Cuando un día les pidieron aparecer en ‘Soul Train’, Kim Hill no podía creerlo ya que era el programa que veía desde que era pequeña; sin embargo, descubrió que los artistas que se presentaban ahí tenían que hacer fonomímica y los Black Eyed Peas dijeron que ni en broma. “No cantamos usando pista y era algo muy importante para nosotros”, precisó la cantante, ya que les importaba mucho cómo eran percibidos por la gente, además que eran unos puristas.

Pero al ir cediendo, poco a poco la presión por retomar el ascenso frustrado a la cima que tuvieron comenzó a suavizar su visión artística de las cosas y empezaron a inclinarse hacia el lado comercial. “Nosotros pensábamos que realmente no íbamos a hacer eso, ¿verdad? Y los chicos me dijeron que yo no era la que tenía que volver al este de Los Angeles si esto no funcionaba”, remarcó la cantante.

Es aquí donde entró a tallar la nueva gerencia de la disquera a la que pertenecían los Blac Eyed Peas con una serie de expectativas y presiones, pero la gota de derramó el vaso fue cuando los ejecutivos le pidieron a Kim que se contoneara sobre will.i.am usando un traje de baño. “Eso me lo preguntaron ellos a mí y nunca provino de parte de los chicos. ¿Hasta qué extremo querían hacerme llegar?”, precisó.

“El tira y afloja era acerca de mi sexualidad y cuánto de ella estaba dispuesta a explotar. Nunca quise ser objetivada mientras hacía mi música. ¿Dónde está tu voz? ¿Dónde estás?”, manifestó, señalando que la relación profunda de hermandad que tenía con will.I.am, Taboo Nawasha y Apl.de.ap comenzaba a verse afectada por la industria y decidió dar un paso al costado para continuar su carrera en solitario.

La renuncia ad portas del éxito

Pero su radical decisión llegó en el momento en el que de los Black Eyed Peas explotó. La presentadora de televisión Oprah Winfrey los presentaba en su programa como “la banda más genial del planeta” y que estaban “adelantados a su época”, mencionando sus tres premios Grammy y los más de 27 millones de en todo el mundo. Además, otra mujer integraba la agrupación: Fergie, quien tiempo después alcanzaría la fama en solitario.

Pasaba por una separación. Prendí la televisión y vi a will.i.am tan feliz. Pensé: ‘Vaya, lo logró’. Y lo llamé y le conté que estaba lejos, que estaba atravesando por un momento difícil y que acababa de verlo en televisión. Se le veía feliz y solo quería que supiera que me sentía feliz por él. Él se sinceró conmigo y me dijo que realmente me extrañaba, que todo era diferente”, indicó.

Kim Hill no se arrepiente de haber renunciado a los Black Eyed Peas y pese a su decisión, sabía que estaría bien con sus antiguos compañeros musicales. “Nadie les dio nada, ellos trabajaron muy duro para lograrlo. Se lo merecen”, recalca. Pero, ¿qué piensa de Fergie? ¿Le guarda rencor por haber ocupado el lugar que le correspondía como parte de una de las agrupaciones más famosas del planeta?

Pese a que nunca se conocieron en persona, Kim Hill aclara que Fergie “nunca le hizo ni le quitó nada” pero lo que sí siente es que el día en que lleguen a estar cara a cara se fundirán en un fuerte abrazo y un respiro profundo ya que ellas saben lo que es ser la única mujer en ese constructo llamado Black Eyed Peas, y lo difícil que puede llegar a ser. “No hay problema en que ello no haya terminado con discos de platino y una mansión. Tuve mi felicidad”, finalizó.

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