Desde que convirtió en realidad su "improbable" sueño de infancia, ya ha conquistado a clientes como Nancy Spielberg, Kim Kardashian, Miley Cyrus, Paris Hilton, Alessandra Ambrosio y, más recientemente, Beyoncé. (Foto: EFE)
Desde que convirtió en realidad su "improbable" sueño de infancia, ya ha conquistado a clientes como Nancy Spielberg, Kim Kardashian, Miley Cyrus, Paris Hilton, Alessandra Ambrosio y, más recientemente, Beyoncé. (Foto: EFE)

Entre telas, croquis y lentejuelas, las costureras de la Maison Alexandrine trabajan con minucia para hacer realidad los diseños exclusivos de la marca creada por la portuguesa Alexandra Fructuoso, que hace brillar la moda brasileña en estrellas como Beyoncé, quien lució un impactante vestido de la firma en el videoclip "Spirit".

Dueña de una empresa farmacéutica a la que dedicó casi 30 años de su vida, Fructuoso decidió en 2015 venderla y abandonar el sector de la salud para entregarse a su pasión por la moda y emprender en el mundo de la alta costura.

Desde que convirtió en realidad su "improbable" sueño de infancia, ya ha conquistado a clientes como Nancy Spielberg, Kim Kardashian, Miley Cyrus, Paris Hilton, Alessandra Ambrosio y, más recientemente, Beyoncé.

"Siempre quise vestir celebridades y Beyoncé era la primera de mi lista", reveló a Efe Fructuoso.

La estilista personal de la reina del pop encomendó a la Maison en diciembre de 2018 un vestido que la cantante luciría en un concierto de Nochevieja de ese año, pero que al final estrenó en el videoclip de "Spirit", de la película El Rey León.

El video lanzado en julio acumula hasta la fecha más de 43,4 millones de visualizaciones en el canal oficial de la cantante en YouTube.

Entre las exigencias de la artista, estaba que la pieza fuera de perlas y "un poco sensual", pero que no enseñara "demasiado" su cuerpo.

La marca tuvo apenas una semana para presentar el proyecto y entregarlo, lo que demandó 160 horas de trabajo a contrarreloj de nueve profesionales que confeccionaron el vestido de tul y seda, con más de 18.000 réplicas de perlas, cañutillos y cristales, por el que la cantante pagó 13.000 reales (unos 3.200 dólares).

La magia ocurrió en un atelier en el noble barrio de Jardins, en Sao Paulo, dónde está ubicada la sede de la Maison, una suntuosa construcción de cuatro plantas, coronada por una cúpula inspirada en el Gran Palais de París, un local que mezcla la capital francesa del siglo XVIII con la modernidad del siglo XXI.

Como no había tiempo hábil para que Beyoncé se probara el vestido, Fructuoso utilizó durante los últimos cuatro días de trabajo un maniquí vivo para asegurarse de que la pieza le quedaría perfecta.

"La pusimos a comer mucho para que se quedara un poco más llenita y se acercara más a las medidas de Beyoncé. La pobre ha comido de todo, le dábamos chocolate por la mañana, por la tarde y por la noche", contó entre risas la empresaria.

Después de todo el esfuerzo, fue una sorpresa que Beyoncé luciera otra pieza en el concierto de Nochevieja, pero cuando Fructuoso llamó a preguntar qué había pasado, le dijeron que le había gustado tanto que lo guardaría para una ocasión "más especial".

"Yo solo supe que ella lo usó cuando salió el videoclip (...) y cuando lo vi me quedé todavía más feliz, porque el Rey León es maravilloso", explicó.

"Lo mejor de todo esto es que al estilista brasileño, a la moda brasileña, le están poniendo más atención y nosotros tenemos muchos talentos aquí", añadió.

Maison Alexandrine está presente en un salón de exposición en Los Ángeles, en las Galerías Lafayette de Dubái y en su sede en Sao Paulo, pero conquistar al público extranjero no ha sido fácil.

Fue a través de amigos que logró llegar a Nancy Spielberg, su primera estrella, quien presentó a Fructuoso públicamente como modista en una alfombra roja en Nueva York en 2015.

Para la empresaria de 52 años, el secreto de su éxito radica en la dedicación, la calidad, la belleza de sus piezas, así como el mensaje feminista que encierra en las mismas.

"Soy madre, esposa, abuela y empresaria, entonces llevo la bandera de la mujer fuerte, que todo lo puede. No tienes que dejar de ser ama de casa para ser una profesional, ni de ser una esposa y madre dedicada solo porque trabajas. Basta querer, creer que es posible y seguir nuestros sueños", sostuvo.

Hoy, las ventas al extranjero de la marca de esta portuguesa que decidió mudarse a Brasil en los años 80, cuando tenía apenas 19 años de edad, suponen un 5 % del total. Su deseo ahora es expandirse por Europa y Estados Unidos.

Asimismo, también está en sus planes que más famosos extranjeros se conviertan en clientes, y pese a que no suele hacer ropas masculinas, su lista de celebridades por conquistar ahora la lidera un imponente cantante y compositor británico.

"Me encantaría hacerle una americana a Elton John. Él utiliza gafas increíbles y tras haber visto la película sobre su vida soy todavía más fan. Es un guerrero, un vencedor", anotó.

EFE

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