Las piezas del ajedrez de Lewis están talladas en su gran mayoría de marfil de morsa, se presume que hayan sido realizadas en la segunda mitad del siglo XII. (Foto: Pixabay)
Las piezas del ajedrez de Lewis están talladas en su gran mayoría de marfil de morsa, se presume que hayan sido realizadas en la segunda mitad del siglo XII. (Foto: Pixabay)

En muchas ocasiones, las personas solemos comprar de más o por impulso. Algunos de esos objetos los usamos una vez y pueden estar guardados años de años porque en verdad no era algo que necesitábamos o imprescindible. Esto le sucedió a un hombre que pagó 6 dólares por una pieza de ajedrez que permaneció olvidada en un cajón cinco décadas, sin imaginar que valía una cifra millonaria. Esta es la historia de una pieza que ha asombrado a miles.

La noticia se dio a conocer a nivel mundial cuando la sede londinense de la casa de subastas Sotheby's la mostró en un indicando que podría valer entre 670.000 y 1,2 millones de dólares.

¿Por qué tanto dinero? La respuesta está en toda la historia que guarda. Resulta que ha sido identificada como una de las piezas que faltaban al ajedrez de la isla de Lewis (Escocia, Reino Unido), uno de los más antiguos e importantes de la Edad Media que se han encontrado. Es una figura tallada en marfil de colmillo de morsa que se presume es de origen escandinavo y data del siglo XII.

Según especialistas, en la actualidad se conoce el paradero de 93 de las piezas del ajedrez de Lewis, descubiertas en 1831 y que ahora están repartidas entre el Museo Británico de la capital británica (82) y el Museo Nacional de Escocia (11). Se dice que podría estar compuesto por cuatro juegos completos, pero aún se desconoce el paradero de otras cinco figuras.

Entre otras de sus características destaca que mide casi nueve centímetros y representa a un barbudo guardián nórdico que sostiene una espada y un escudo y equivale a una torre en el ajedrez moderno.

Como mencionamos al inicio, la figura estuvo guardada durante 55 años en una bolsa, luego que fuera comprada en 1964. Según reveló el dueño, quien prefirió mantener su identidad oculta, su abuelo la adquirió cuando vendía antigüedades en Edimburgo y la dejó a sus descendientes sin conocer su importancia y valor histórico.

El propietario llevó la figura a Sotheby's para que la evaluara Alexander Kader quien quedó muy sorprendido al verla. De acuerdo con el diario The Telegraph, el hombre lo describió como "uno de los redescubrimientos más emocionantes" que ha realizado en su carrera y prefirió guardar el secreto durante seis meses mientras verificaba la autenticidad del objeto.

Tal es la magnitud del hallazgo, que la pieza se exhibe en Edimburgo y, posteriormente, se trasladará a Londres para subastarse el próximo 2 de julio por una millonaria cifra, según detalló RT en español.

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