La tremenda sorpresa que se llevó una mujer tras presentar dolor de muela e ir al médico. (Foto: Referencial / Freepik)
La tremenda sorpresa que se llevó una mujer tras presentar dolor de muela e ir al médico. (Foto: Referencial / Freepik)

Una joven de 29 años se atendió con un dentista tras presentar un fuerte dolor de muela; sin embargo, se llevó tremenda sorpresa al conocer que la situación era mucho más grave de lo que parecía.

Emma Webster, de North Lanarkshire, Escocia, fue sometida a una cirugía de conducto en abril de 2018, pero sus molestias continuaron y, meses después, fue remitida a una resonancia magnética. Esta prueba determinó que la joven tenía un tumor cerebral no canceroso detrás de su ojo derecho, informó el medio .

Entonces, la madre se sometió a una operación con la que se logró extirparle el 70 por ciento del tumor, casi un año después de que empezara su dolor.

La joven, que en la actualidad espera a su segundo hijo, recibe un escaneo anual para verificar el crecimiento del tumor.

“No puedo creer que ahora haya llegado a la etapa en la que estoy: no siempre tengo que estar en el hospital, sino que compramos nuestra nueva casa, me voy a casar en dos años, y estoy esperando mi segundo hijo en ocho semanas”, declaró Emma en conversación con el medio citado. “Nunca pensé que ese sería el caso en 2019″.

El complicado camino para llegar a un diagnóstico correcto

Ella recuerda que, por aquel entonces, su dentista pensó que su dolor se debía a una infección de muela, causada por la acumulación de bacterias en la boca.

A pesar de la cirugía menor a la que fue sometida, su dolor seguía e incluso se extendió a la parte superior de la boca y la punta de la nariz.

Durante seis meses, otro médico creyó que Emma tenía neuralgia, una afección que provoca sensaciones dolorosas similares a una descarga eléctrica en un lado de la cara. Aunque recibió tratamiento para esta enfermedad, sus síntomas continuaron.

En enero de 2019, buscó ayudo de otro especialista, quien la sometió a una resonancia magnética. Así, pudo obtener el diagnóstico correcto.

“Me dijeron que era benigno, pero estaba lista para planificar mi funeral”, recuerda, al hablar sobre el momento en que le dieron la noticia. ‘Los tumores cerebrales corren en mi familia. Mi nana, Alice Travers, tenía solo 55 años cuando murió de un tumor cerebral en febrero de 2001″.

El procedimiento al que fue sometida se llevó a cabo sin problemas y, aunque de vez en cuando sufre dolores, confía en que todo saldrá bien.

Por otra parte, dijo que “realmente no habría superado los últimos tres años sin el apoyo de mi familia y amigos. Kieran (su pareja) y Alfie (su hijo de 7 años) han sido más que asombrosos”.

“Todavía me sorprenden hasta el día de hoy con lo fuertes que han sido mientras estaban a mi lado”, agregó la joven, que forma parte de una investigación sobre los tumores cerebrales.

¿Qué es un tumor no canceroso?

Los tumores son crecimientos anormales en el cuerpo. Pueden ser benignos o malignos. Los tumores benignos no son cáncer, pero los malignos sí, señala el portal medlineplus.gov.

Los tumores benignos solo crecen en una parte del cuerpo. No pueden aparecer ni invadir otras partes del cuerpo. Aún así, pueden ser peligrosos si presionan órganos importantes, tales como el cerebro.

Los tumores están formados por células extras. En general, las células crecen y se dividen en otras células cuando el cuerpo las necesita. Cuando las células envejecen, se mueren y otras células nuevas toman su lugar. Algunas veces, este proceso no resulta como se espera: se forman células nuevas, aún cuando no son necesarias y las células viejas no mueren cuando deberían. Cuando estas células adicionales forman una masa, se les conoce como un tumor.

Con frecuencia, el tratamiento incluye cirugía. Los tumores benignos no suelen crecer nuevamente.


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