La historia de la mujer cuyo mejor amigo le propuso huir el día antes de su boda. (Foto: Referencial / Pixabay)
La historia de la mujer cuyo mejor amigo le propuso huir el día antes de su boda. (Foto: Referencial / Pixabay)

Una psicóloga de Nueva York, Estados Unidos, dio a conocer que su mejor amigo intentó convencerla de dejarlo todo y huir. El hecho se produjo la noche anterior a la boda.

Por medio de un texto publicado en el portal , Sarah Gundle contó que conoció a su pareja cuando tenía 30 años. Aunque el sujeto era de su total agrado, no contaba con el apoyo de sus familiares.

“Nadie entendió mi elección de esposo, ni mi familia, ni mis amigos, ni siquiera un mentor de la escuela de posgrado, quien objetó cortésmente después de que los presentara: ‘Bueno, lo importante es que lo ames’. Para ellos era obvio que éramos personas completamente diferentes”, escribió la profesional.

Aunque aceptó seguir con la relación, sabía que todos tenían algo de razón: “Como psicóloga, pasé mi vida investigando los mundos internos de las personas, mientras que él, un analista financiero, vivía completamente en el mundo externo y tenía poca curiosidad por su psique o por la mía”.

Sarah era consciente de que, si bien congeniaban en algunos aspectos, había otros en los que no lograban entenderse. “Teníamos química física, valores compartidos y una visión común para nuestro futuro. Pero carecíamos de verdadera amistad e intimidad”, escribió.

Las cosas se complicaron conforme la fecha de la boda se acercaba, pues tenía episodios de ansiedad y se dirigía a la casa de Eitan para que este la tranquilice.

La noche de la boda

“Una noche, al encontrarme en la puerta con una caja de pañuelos en la mano, me dijo: ‘Sarah, te conozco desde hace 16 años. Te das cuenta de que te he visto llorar más en el último mes que en todos los otros años. ¿Qué estás haciendo?’”, recordó la profesional.

Pese a la advertencia de su amigo, no había manera de dar marcha atrás y continuó con lo planeado. Por otra parte, señaló estar inconforme con el tipo de fiesta que iban a tener: “Yo quería algo íntimo pero se transformó en un gran espectáculo con cientos de invitados”.

Días antes del evento, Sarah se paró en frente del espejo y recordó la advertencia que le habían hecho. “Entonces me acordé de la pregunta de Eitan: ¿Qué estaba haciendo?”, indicó.

Las horas pasaron y, la noche anterior al matrimonio, cuando se estaba llevando a cabo la cena de ensayo, Eitan se acercó a ella y le dijo: “Él no te conoce. Voy y alquilo un coche y nos vamos. No es demasiado tarde. No tienes que seguir con esto”.

“Incluso en ese momento, después de todo el champán y la sonrisa falsa y quebradiza en la cena, supe lo valiente que era (Eitan) para decir en voz alta lo que la mayoría de mis amigos habían pensado. Una parte de mí sabía que él tenía razón, pero me sentí paralizada”, señaló Sarah.

Tras la sorpresa, la mujer decidió seguir adelante y le dio el sí a su novio. El tiempo pasó y, varios años después, Eitan recibió un correo de la psicóloga en el que ella admitía su error.

“Tenías razón, debería haberte escuchado”, le dijo. “Era un presagio de la absoluta soledad que se avecinaba”. Según contó, su matrimonio duró seis años y tuvo que hacer de todo para que la relación funcione; no obstante, esto no fue posible.

Años después, la amistad entre ambos continúa: “Eitan y yo todavía estamos cerca, su amorosa y valiente honestidad todavía me guía, la diferencia es que ahora, cuando me dice algo sobre lo que estoy haciendo, siempre lo escucho”.

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