Un gesto inolvidable digno de aplaudir y destacar. No todas las personas tienen ese don especial de generar en sus semejantes los más puros sentimientos de amor, ternura y nobleza. Y generalmente son los más pequeños de casa los que poseen esa capacidad especial, que es innata en los seres de alma pura y corazón limpio. A continuación te presentamos la historia de John Hoague-Rivete, un niño de solo 11 años que esta semana fue protagonista de un grandioso acontecimiento que emocionó a miles de usuarios en Facebook.
Natural de Whitehall, una villa ubicada en el condado de Washington, en Nueva York (USA), el pequeño John, hijo de un disciplinado policía, atravesó en los últimos dos meses la etapa más complicada de su corta existencia, luego que a inicios de mayo se le detectara una forma agresiva de cáncer cerebral.
Al menor se le encontró un glioma (tumor) de grado 3 en el tronco encefálico, afección que suele diagnosticarse entre los primeros 5 y 10 años de edad. En Estados Unidos se detectan hasta 400 de estos tumores cada año y el tratamiento incluye, además de cirugía, radioterapia, quimioterapia y terapia molecular dirigida.
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Tras el inesperado diagnóstico, los padres de John tomaron cartas sobre el asunto y decidieron tratarlo en el Albany Med, un importante centro médico de Nueva York en el que se atiende a pacientes que son aquejados por diferentes enfermedades, entre ellas, el cáncer.
Después de varias semanas de internamiento, en los que fue sometido a diferentes análisis, pruebas y tratamientos, los médicos consideraron que John ya estaba en condiciones de dejar el hospital y retornar a su casa para recibir cuidados paliativos. Por suerte, los galenos lograron controlar la enfermedad y ayudaron al pequeño a restablecerse física y emocionalmente.
Luego que su hijo recibiera el alta correspondiente, el padre de John se comunicó de inmediato con sus colegas policías para darles la buena noticia. Ni bien se enteraron de la situación, los agentes del departamento policial de Albany se organizaron y acordaron brindarle al hijo de su compañero de armas un merecido y emotivo tributo.
El miércoles 31 de julio, fecha en la que el menor fue dado de alta, policías locales y de otras agencias estatales y federales llegaron hasta las instalaciones del centro médico para brindarles todo su apoyo a John y su familia. Los efectivos formaron un pasillo en la zona de salida del nosocomio y entre aplausos y mensajes de aliento le expresaron al niño su cariño y admiración.
Según se aprecia en unas fotos que la propia policía de Albany publicó en Facebook, varios de los agentes – entre ellos los altos mandos – conversaron con John, hicieron algunas bromas y hasta le obsequiaron un uniforme policial, pues en junio pasado el niño juró como capitán honorario de la oficina del sheriff del condado de Washington.
“Hoy fue dado de alta del hospital y se dirige a su casa para el cuidado del hospicio. En un esfuerzo por mostrar nuestro apoyo a él y a su familia, agentes de policía, personal del hospital y amigos alinearon los pasillos para mostrarle a John y su familia que no están solos. Por favor, únete a nosotros en oración por John y su familia en este difícil momento”, fue el post compartido en Facebook por la policía de Albany.
“Quiero dar las gracias a todos por las oraciones y el amor. Gracias a todos los que nos ayudaron a dejar nuestra casa lista para nuestro regreso”, escribió, por su parte, Carrie Jean, madre del valiente John, también en Facebook.
A mediados de julio, el niño recibió su primera gran sorpresa tras ser visitado en el hospital por Rob Gronkowski, exjugador del equipo de fútbol americano New England Patriots, del que es un acérrimo aficionado.