La ciudad argentina de Salliqueló mantiene en vigencia una tradición que consiste en plantar un árbol por cada niño que nace | Foto: Facebook Municipalidad de Salliqueló
La ciudad argentina de Salliqueló mantiene en vigencia una tradición que consiste en plantar un árbol por cada niño que nace | Foto: Facebook Municipalidad de Salliqueló

“Nace un niño…nace un árbol”, este es el mensaje con el que las autoridades municipales de Salliqueló, una ciudad ubicada a 550 kilómetros al oeste de Buenos Aires, en Argentina, promocionan en Facebook la jornada ecológica que se realizará el sábado 21 de septiembre, cumpliendo así una tradición que se mantiene vigente en ese lugar desde hace 24 años.

Y es que en ese pueblo con poco más de 10.000 habitantes se planta un árbol por cada niño que nace, idea por la que ahora se tienen plantados alrededor de 3.500 árboles en los espacios públicos de esa jurisdicción.



Según informa el diario La Nación, la iniciativa surgió en 1995 gracias a Graciela Rojas, una bibliotecaria que tuvo la idea de plantar un árbol por cada niño que naciera en el pueblo, al que también se le regala un libro. Aunque falleció en 2007, la ilustre vecina dejó como un legado la curiosa tradición que las familias y autoridades locales se encargan de cumplir anualmente, entre fines de septiembre e inicios de octubre.

Curiosa tradición en pueblo argentino de plantar un árbol por cada niño que nace | Foto: Facebook / Municipalidad de Salliqueló
Curiosa tradición en pueblo argentino de plantar un árbol por cada niño que nace | Foto: Facebook / Municipalidad de Salliqueló

Con el inicio de la primavera, todas las familias que han tenido hijos reciben, en una alegre celebración comunitaria, un árbol y una placa con el nombre del niño. El departamento de Espacios Verdes de la municipalidad separa un lugar para llevar a cabo la ceremonia que congrega a una gran cantidad de personas.

“Nuestro pueblo es muy pequeño, una vez al año, festejamos el nacimiento de todos los bebés que nacen. Es una ceremonia familiar, pero en comunidad. El pueblo poco a poco se va forestando, y también va creciendo en población”, indica Juan Jáuregui, quien se desempeña como director de Cultura de Salliqueló.

Se estima que en la ciudad nacen cada año entre 130 y 150 niños. La celebración se organiza gracias al trabajo en conjunto de autoridades y vecinos, que desde inicios de septiembre elaboran una relación de todos los nacimientos producidos desde ese mes del año pasado hasta el actual.

Hecha la lista, el área de Cultura reparte las invitaciones en las calles con la ayuda de la policía local, mientras que en la biblioteca municipal se alistan las placas con los nombres de los niños y los libros que se les van a obsequiar.

La iniciativa de plantar un árbol por cada nacimiento en el lugar data del año 1995 | Foto: Facebook / Municipalidad de Salliqueló
La iniciativa de plantar un árbol por cada nacimiento en el lugar data del año 1995 | Foto: Facebook / Municipalidad de Salliqueló

“Cuando pasamos por la plaza nuestro hijo señala su árbol y quiere ir a regarlo”, indica Maru Bracamonte, una vecina que es madre de dos niños y dueña de dos árboles. El cuidado y mantenimiento de las plantaciones es una tarea que comparten trabajadores municipales y residentes.

Las plantas que se seleccionan para la iniciativa salen del vivero municipal, que cada año produce hasta 7.000 ejemplares. Las especies que se plantan en los espacios públicos se eligen de acuerdo a la necesidad del lugar donde serán colocadas. Entre ellas hay álamos, casuarinas, eucaliptos, frescos, pinos y sauces.

En Quenumá, un pueblito de Salliqueló de 600 habitantes, también se plantan árboles, aunque en menor número, pues cada año nacen alrededor de 12 niños. La iniciativa también se replicó en Pellegrini, un distrito cercano que tiene características similares.

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