Voluntarios pasarán el 4 de julio en refugio de perros para tranquilizarlos durante fuegos artificiales

En unas horas, en medio de las celebraciones por el Día de la Independencia de Estados Unidos, los vecindarios se convertirán en una especie de campo de batalla cortesía de los fuegos artificiales. Y mientras miles de personas se divertirán lanzando luces de colores, otros miles temblarán aterrados por el ruido que estos artefactos ocasionan. Pero una iniciativa que se ha hecho viral a través de Facebook busca ayudar a los que no tienen hogar.

En cuanto a los perros de refugio que ni siquiera tienen hogares, apenas pueden acurrucarse solos en sus jaulas hasta que terminen los fuegos artificiales que por tradición se queman durante la noche del 4 julio. Pero un refugio tuvo una idea brillante para ayudar a estos cachorros sin hogar a relajarse durante los días feriados.

El evento "Calming the Canines" (Calmando a los canes), organizado por el Cuidado y Control de Animales del Condado de Maricopa (MCACC), en Arizona, ha establecido una nueva tradición por el Día de la Independencia: calmar a los cachorros sin hogar durante los fuegos artificiales por el 4 de julio en EEUU.

El año pasado, más de 300 personas de la comunidad se presentaron en las dos ubicaciones del refugio en la ciudad de Phoenix, Arizona.

"Fue abrumador ver cómo respondió la comunidad", dijo Ben Swan, director de desarrollo del refugio, en un comunicado de prensa. "Realmente ayudó a difundir nuestro mensaje de que MCACC está aquí para ayudar", añadieron.

"Algunas personas les cantaron, otras les leyeron, otras simplemente se sentaron allí y les dieron galletas", dijo Amy Engel, asistente el año pasado al evento. "Fue tan, tan increíble porque a los perros les encanta la atención y se enfocaron en la gente y no en los fuegos artificiales que se producen afuera", contó.

Después del éxito del año pasado, el refugio ha reunido algunos consejos para otros refugios que podrían comenzar sus propios eventos en "Calm the Canines". Por ejemplo, a las personas se les pide que traigan mantas para sentarse o sillas plegables, y que dejen que el perro o el gato se acerque a ellos para sentarse con calma y tranquilidad.