Desde los 18 meses, Noah padece de ARFI. (Foto: Anita Maric / SWNS)
Desde los 18 meses, Noah padece de ARFI. (Foto: Anita Maric / SWNS)

Noah Young es un niño del muy quisquilloso a la hora de comer pues, prácticamente, tan solo ingiere nuggets de pollo y los llamados “alimentos beige” por lo que sus padres, preocupados, decidieron someterlo a un extravagante tratamiento de hipnosis para “curarlo” y por loco que parezca, lo consiguieron, por lo que su sorprendente no tardó nada para hacerse en más de una .

ARFID, un trastorno alimenticio selectivo

Noah mostró una negativa mortal a comer verduras y frutas, pues padece del trastorno de ingesta de alimentos por evitación/restricción (ARFID, por sus siglas en inglés), al punto que llegó a vomitar con tan solo ingerir una zanahoria, problema que tiene desde los 18 meses de vida.

De hecho, comer algo nuevo o diferente puede resultarle un martirio total, pues se viene en arcadas o incluso se enferma; por eso, su desayuno consiste en tostadas con mermelada o panqueques; su almuerzo, un sándwich de jamón o pasta simple; mientras que para la cena papas fritas, nuggets de pollo, pizza o envoltura de pollo.

Ante esta situación que ya tiene años, sus padres tomaron decisiones para solucionar este problema que, a la larga, puede afectar seriamente su salud: “a los 18 meses se puso más quisquilloso. Lo enviaron a casa de la escuela cuando tenía 6 años por estar enfermo después de que intentaron que comiera zanahorias. Terminó enfermo, trataron de animarlo a comer frutas y verduras”, dijo Caroline, madre del niño, a Mirror.

Noah sentía pavor para comer cosas nuevas, sobre todo, frutas y verduras. (Foto: Anita Maric / SWNS)
Noah sentía pavor para comer cosas nuevas, sobre todo, frutas y verduras. (Foto: Anita Maric / SWNS)

“Estaba empeorando, tratamos de hacerle comer un poco de lechuga y terminó vomitando. Lo estaba pensando demasiado, tenía arcadas y luego vomitó. Él solía tener pasta con la salsa, pero luego quería simple. Todo es simple. Con papas, no las come a menos que sean papas fritas... asumí que era quisquilloso al comer, ya que todo apunta a eso. Intentar que comiera algo bueno era un desafío, estaría llorando y con arcadas”.

David Kilmurry, el salvador

Por ello, cuando Noah comenzó a crecer y mantenía estas conductas alimenticias, temieron que afectara su desarrollo; tras esto, leyó un artículo sobre una mujer que padecía ARFID que fue ayudada por un profesional al cual terminó recurriendo, se trataba de David Kilmurry, experto en este tipo de desórdenes alimenticios.

El doctor Kilmurry sería el primero en lograr que Noah comiera nuevos alimentos en más de 7 años: “lo vi en las redes sociales y una niña solo quería algo similar y la ayudó... los médicos asumieron que era quisquilloso al comer. Él hizo que comiera naranjas, mangos, cerezas, estaba muy bien. Hizo trucos de magia para mantenerlo calmado. Siempre lo animaba. En la primera sesión consiguió que comiera. Se basa en la meditación y estaba tranquilo”.

Habíamos intentado durante años y él consiguió que lo hiciera de inmediato. Era igual que Noah, tenía el mismo problema. Son todos muy pequeños bocados, pero se lo está comiendo. Nos ha dado un diario y tenemos que hacer una regla 1, 2, 3. Tenemos que hacer 50 alimentos para el 17 de diciembre”, relató la madre de 35 años.

Hoy en día, Noah come poco más de 22 alimentos. (Foto: Anita Maric / SWNS)
Hoy en día, Noah come poco más de 22 alimentos. (Foto: Anita Maric / SWNS)

El lento crecimiento de Noah

Hoy en día, Noah incluye en su dieta diaria alimentos como naranja, cerezas, guisantes, maíz dulce: si puede comer más de 50 alimentos, no está clasificado como ARFID. Ha probado 22 tipos, casi todo es fruta, pero es un progreso”.

Caroline tiene confianza que su crecimiento vaya por la senda adecuada y que continúe ingiriendo más alimentos: “es pequeño, mi hijo, que tiene dos años y medio menos, es más alto que él. Definitivamente, está afectando. Cuando ves a todos los muchachos en el fútbol, no está ni cerca de su tamaño. Es difícil para él progresar, hace falta tiempo y paciencia, me hace feliz que esté probando cosas nuevas”.

Finalmente, destaca que su hijo ha tomado conciencia del camino que debe seguir: “no ha estado enfermo, se da cuenta de que no le va a doler (comer alimentos nuevos). Los estaba probando. Está enormemente complacido de estar probando cosas, se puede ver que está orgulloso”.


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