Flavio superó las adversidades y ya puede ejercer su profesión. (Imagen: Flavio Silva)
Flavio superó las adversidades y ya puede ejercer su profesión. (Imagen: Flavio Silva)

Flavio Silva tiene una de inspiración que necesitas leer ahora mismo. A pesar de los obstáculos, el barrendero de no se rindió y continúo luchando por sus sueños. Después de años, el humilde hombre cumplió su meta y se convirtió en abogado. Como era de esperarse, las ‘explotaron’ con este fascinante caso de la vida real.

Antes de graduarse, Flavio Silva vestía el uniforme de barrendero en la Municipalidad de Tibau do Sul (estado de Río Grande del Norte). Durante seis años, el padre de dos hijos recorría 78 kilómetros hasta la ciudad de Natal para ir a su universidad.

En este período de tiempo, Silva, de 39 años, trabajaba y estudiaba en paralelo. “Me convertí en asistente administrativo en el Detran, pasé a la Guardia Municipal de Tangará y pasé al barrendero de Tibau do Sul. Ahí me hice cargo, sabiendo que venían dos autobuses escolares para Natal. Y lo que necesitaba era esto , era el autobús para venir a la universidad”, recordó.

Flavio trabajaba como barrendero para financiar sus gastos universitarios. (Imagen referencial: Pixabay)
Flavio trabajaba como barrendero para financiar sus gastos universitarios. (Imagen referencial: Pixabay)

Piedras en el camino

Flavio debía levantarse levantarse a las 5 de la mañana y empezar su jornada en el municipio. Luego de seis horas, él tenía que viajar en un autobús escolar para formar parte de las clases de Derecho. Prácticamente, el brasileño no dormía casi nada.

“El primer día fue una prueba, porque asistí a las primeras clases y cuando llegó el receso no entendía nada y me entró la desesperación. Ahí fue cuando me junté junto a unos compañeros y me decían lo mismo, que no entendía”, comentó Silva en diálogo con .

Flavio viajaba todos los días durante dos horas desde su empleo hasta su universidad. (Imagen referencial: Pixabay)
Flavio viajaba todos los días durante dos horas desde su empleo hasta su universidad. (Imagen referencial: Pixabay)

Pese al cansancio, el padre de familia no bajó los brazos y empezó a buscar “una estrategia de cómo aprender”. Hubo un colega que me sugirió hacer un grupo de estudio. Entonces acepté enseguida”, agregó.

Los esfuerzos dieron resultados

Frente a las enormes dificultades, Flavio Silva siguió adelante y aprobó el examen del Colegio de Abogados de Brasil. “Cuando vi el resultado, que había aprobado el examen de la abogacía, lloré durante cuarenta minutos. Recordé todo el sacrificio que pasé”, confesó.

Con este logro, Silva ahora puede ejercer la abogacía ante los tribunales. “Si tienes tu sueño, no te rindas. Puedes estar en cualquier profesión, pero ve a por ella. Tenemos que buscar una solución pero nunca rendirnos. Esa palabra no existe en mi diccionario”, sostuvo un emocionado Flavio.

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