Los criadores sostienen que la castración de los cerditos recién nacidos es necesaria para prevenir el llamado "olor sexual". (Foto: Referencial - Pixabay)
Los criadores sostienen que la castración de los cerditos recién nacidos es necesaria para prevenir el llamado "olor sexual". (Foto: Referencial - Pixabay)

| Los suelen ir al mercado pero en también van a los tribunales. Los defensores de los derechos de los animales recurrieron a la máxima corte de justicia para prohibir la castración sin anestesia, en un caso en que los propios cerdos son parte de la acusación.

La castración de los animales es cada vez más polémica en Europa y ya ha sido prohibida en Suecia, Noruega y Suiza

Los criadores arguyen que la castración de los cerditos recién nacidos es necesaria para prevenir el llamado "olor sexual", un aroma similar al de orina, heces o sudor, que puede surgir al cocinar o comer carne de porcino macho adulto.

El parlamento alemán prohibió la castración sin anestesia en 2013 pero autorizó un periodo de transición de cinco años para ayudar a los criadores a adaptarse a la nueva situación. Dicho plazo ha sido ampliado hasta 2021.

El grupo PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) presentó una querella ante el Tribunal Constitucional alemán en noviembre en representación de los cerditos.

El grupo quiere que los jueces reconozcan que los cerdos tienen derechos similares a los de las personas y que están siendo violados por el “cruel acto” de la castración sin anestesia.

"Entidades no humanas como compañías y asociaciones tienen una personalidad jurídica. ¿Por qué no también los animales?", dice la abogada Cornelia Ziehm, que apoya a PETA en la representación de los cerditos ante la justicia.

“ESCASA POSIBILIDAD DE ÉXITO”

PETA arguye que según la legislación alemana, los animales no pueden sufrir daños sin una explicación razonable.

"La castración de los cerditos --con o sin anestesia-- es una clara violación de la ley, y dan a los cerditos macho alemanes una única opción: querellarse ante la justicia para que se respeten sus derechos", dice el grupo en un comunicado.

El meollo del caso es el argumento de que en Alemania “cualquiera” puede presentar una querella constitucional si se considera que se violan sus derechos fundamentales, incluido un cerdo.

Pero Jens Buelte, profesor de derecho en la Universidad de Mannheim, duda que los jueces en Karlsruhe vayan a estar de acuerdo.

"Los animales no tienen sus propios derechos en la legislación alemana", dice, por lo que considera que la demanda de PETA tiene "escasas posibilidades de éxito".

SELFIE DEL MONO

No es la primera vez que los defensores de los animales presentan una demanda en su nombre.

PETA saltó a las páginas de los diarios de todo el mundo en 2015 cuando recurrió a un tribunal estadounidense para que concediera a un macaco los derechos de autor de una selfi que se hizo con la cámara sustraída a un fotógrafo.

La foto del mono sonriente se hizo viral pero el tribunal consideró que los animales no tienen derechos de autor.

PETA criticó el fallo porque el mono estaba siendo "discriminado simplemente porque es un animal no humano".

Sin embargo, en 2016, un juez argentino ordenó la liberación de la chimpancé Cecilia del zoo de Mendoza después de acordar con activistas que tenía derechos fundamentales y su confinamiento en soledad era ilegal.

ALTERNATIVAS

Los criadores de porcino alemanes que capan a unos 20 millones de animales al año, se resisten desde hace tiempo a poner fin a esta práctica.

Alegan que no hay alternativas razonables para hacer frente al olor sexual en una industria que se enfrenta a una competencia externa feroz.

La anestesia local y la edición del genoma no están todavía disponibles o son demasiado caros por lo que aumentaría el precio de la carne de cerdo en un país famoso por sus salchichas, sostienen.

El gobierno acordó a finales de 2018 ampliar dos años más el plazo para seguir con esta práctica, una decisión criticada por la oposición de los Verdes y la extrema izquierda Die Linke, que consideran que pone por delante los intereses de la industria cárnica por encima de la protección de los animales.

Algunos productores de cerdo alemanes ponen sus esperanzas en una vacuna que solo necesita dos inyecciones para prevenir el olor sexual, una alternativa muy utilizada en el extranjero.

Un proyecto piloto para vacunar a 100.000 cerdos está en marcha, aunque algunos alegan que las vacunas son también caras.

Un debate similar tiene lugar en Francia, donde el ministro de Agricultura Didier Guillaume dijo recientemente que la castración de los cerditos sin anestesia quedará prohibida para finales de 2021.

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