Debido a las quimioterapias, ahora el hombre sufre de pancreatitis y ha tenido que ser hospitalizado varias veces. (Foto: Referencial/Pixabay)
Debido a las quimioterapias, ahora el hombre sufre de pancreatitis y ha tenido que ser hospitalizado varias veces. (Foto: Referencial/Pixabay)

Era el año 2012 y James Salaz, un ciudadano que vive en Montrose, ciudad de Colorado, en Estados Unidos (EE.UU.), llegaba hasta un hospital para tratarse un fuerte dolor ubicado debajo de la axila. Esto derivó en el descubrimiento de una anomalía dentro del pulmón izquierdo.

El diagnóstico, sin embargo, resultó ser aún más grave según los especialistas que lo recibieron. Y es que Choon-Kee Lee, médico de cabecera, le aseguró a Salaz que sufría de histiocitosis de células de Langerhans (HCL), una enfermedad que provoca la proliferación anormal de estas células provenientes de la médula ósea y que migran de la piel hasta los linfonodos.

En conversación con la NBC, el hombre contó que le aseguraron que este es un extraño tipo de cáncer que ocasiona que las células se acumulen en distintas partes del cuerpo y que puede dañar el tejido y hasta ocasionar la muerte. “Dijeron que yo era el único en Colorado que lo tenía”, aseguró.

Debido a lo anterior, el hombre inició un tratamiento en base a quimioterapia intensa y fuertes analgésicos que, lamentablemente, no cesaron sus dolencias. El tiempo pasó y, de forma repentina, Lee fue despedido del hospital en el que Salaz se trataba, hecho que lo obligó a buscar un nuevo médico que le revelaría una impensada verdad: él nunca tuvo cáncer.

“[La doctora] me dijo que nunca tuve Langerhans. Tengo una cosa llamada vasculitis, y dijo ‘si hubiéramos tratado esto hace cinco años, estarías bien’", detalló.

Los problemas en su pulmón eran en realidad venas inflamadas que habían progresado a una forma conocida como 'granulomatosis con poliangitis' debido a la falta de tratamiento adecuado.

“Trataron algo que ni siquiera tuve y eso es triste. Creo que alguien debe hacerse responsable de ello”, señaló Salaz.

Debido a las quimioterapias, el hombre sufre ahora de pancreatitis y ha tenido que ser hospitalizado dos veces. Se sabe además que requiere de un reumatólogo, pero en la zona en la que vive hay carencia de este tipo de médicos, cosa que lo obliga a esperar entre seis y ocho meses por una consulta. 

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