MDN
Laura Worsley




Fueron 10 largos años de incansable lucha para cumplir su mayor sueño: convertirse en madre. Y es que 13 abortos derrumbarían a cualquiera; sin embargo, Laura Worsley supo levantarse y lograr lo que para ella es un "milagro" al que todavía no termina de asimilar.

Su cuerpo presentaba una condición que, sin que ella lo supiera, impedía que sus embarazos avanzaran. Es así que, desde el 2008, se ilusionó con su primer embarazo. Lamentablemente, sufrió una y otra vez de abortos espontáneos.

Durante los siguientes dos años, Worsley sufrió hasta tres abortos. Fue entonces que los médicos supieron que estaban ante un caso especial al que había que prestarle especial atención. 

Es así que el equipo de investigación de la profesora Siobhan Quenby y la Unidad de Investigación Biomédica en el Hospital Universitario de Coventry y Warwickshire (UHCW), la incluyeron en la investigación más importante de abortos involuntarios.

No tuvo que pasar mucho tiempo para que el primer diagnóstico aparezca. Worsley padecía el síndrome antifosfolípido, también conocido como síndrome de la sangre pegajosa, que puede causar la pérdida de embarazos constante.

Tras empezar a tratarse, finalmente pudo avanzar con su embarazo superando la barrera de los tres meses, pero a las 17 semanas el bebé perdió la vida, lo que volvió a ocurrir algunos meses más tarde. 

Fueron en total 13 abortos que duraron 10 años y que permitieron a los especialistas llegar a un nuevo diagnóstico. Worsley sufría también de Intervilositis Histiocítica Crónica (CHI), que hace que el cuerpo rechace el embarazo.

Los médicos iniciaron un tratamiento a base de esteroides para fortalecer el revestimiento de su matriz, lo que le permitió concebir de forma natural tras su intento número 14.

En la actualidad, la pequeña Ivy tiene 9 meses y luce saludable junto a su madre. 

Foto: Facebook/Laura Worsley
Foto: Facebook/Laura Worsley

Fue puesta en una incubadora neonatal en cuidados intensivos durante 11 semanas hasta que estuvo lo suficientemente fuerte como para ser llevada a casa.

"Incluso ahora, nueve meses después, no puedo creer que pude ser mamá", declaró Worsley a medios locales.

Foto: Facebook/Laura Worsley
Foto: Facebook/Laura Worsley

"No puedo agradecer lo suficiente a los investigadores y los equipos de maternidad en el Hospital Universitario, me han ayudado a tener el bebé que siempre soñé. Es muy importante para mí que esto sirva de ejemplo para cualquier otra persona que experimente lo que yo pasé", agregó.

Contenido sugerido

Contenido GEC

No te pierdas