El caso de la joven "alérgica a la gravedad" que no puede mantenerse de pie sin desmayarse. (Foto: Referencial / Freepik)
El caso de la joven "alérgica a la gravedad" que no puede mantenerse de pie sin desmayarse. (Foto: Referencial / Freepik)

Una mujer de Maine, Estados Unidos, vive un auténtico calvario pues, a sus 28 años, se desmaya hasta 10 veces al día y no puede permanecer de pie durante más de tres minutos sin desvanecerse.

Según el medio , Lyndsi Johnson, quien es “alérgica a la gravedad”, tiene que sentarse con las piernas cruzadas para evitar sentirse enferma. Por otra parte, solo puede levantarse para comer o entrar a la ducha.

Según la joven, sus problemas comenzaron en octubre de 2015. En aquel entonces, comenzó a sufrir dolores abdominales y, con el paso del tiempo, sus síntomas solamente empeoraron. Posteriormente, presentó vómitos constantes y empezó a desmayarse hasta 10 veces al día.

El diagnóstico

Después de años de visitar a distintos médicos, a Johnson se le diagnosticó el síndrome de taquicardia postural (PoTS, por sus siglas en inglés) en febrero de 2022. Esta afección consiste en un aumento anormal de la frecuencia cardíaca que ocurre después de sentarse o ponerse de pie, al que la joven se refiere como “alergia a la gravedad”.

De momento, se encuentra tomando medicamentos y solo se desmaya unas tres veces al día; sin embargo, todavía no puede hacer mucho por sí misma y depende de James, su esposo, para realizar sus tareas diarias.

“Soy alérgica a la gravedad, suena loco pero es verdad”, señala la joven, quien solía trabajar como mecánica de diésel de aviación para la Marina.

“No puedo estar de pie más de tres minutos sin sentir que me desmayo o náuseas. Me siento mucho mejor si estoy acostada. Estoy en cama todo el día, hasta 23 horas al día. Nunca pensé que a los 28 tendría que usar una silla de ducha”, agrega. “Ya no puedo salir de mi casa. No hay cura, pero estoy muy agradecida por James y lo que tengo”.

A pesar de su enfermedad, Johnson espera mudarse de su apartamento a una casa para poder pasar tiempo al aire libre.

“Si estoy acostada, me siento bien, pero tan pronto como me levanto, me mareo y me desmayo. Realmente tuve que adaptarme a esta nueva vida y aceptarla. Uso ayudas para la movilidad y eso realmente ayuda”, explica. “Estoy agradecida por lo que tengo y todavía puedo estudiar negocios de la música, lo cual es increíble. Me han arrancado la alfombra debajo de los pies: he pasado de ser súper activa a tener que estar acostada todo el día”.

“No hago mucho de lo que solía hacer, pero ahora lo he aceptado”, concluye.

Qué es el síndrome de taquicardia postural

Según el portal healthychildren.org, el síndrome de taquicardia postural ortostática (POTS) es una afección causada por un problema en la forma en que los nervios regulan el flujo sanguíneo. Como resultado, no fluye suficiente sangre hacia el lugar correcto en el momento correcto.

Por ejemplo, cuando un niño o adolescente con POTS se pone de pie (un cambio de postura), los vasos sanguíneos de las piernas y los pies están demasiado relajados y permiten que la sangre se acumule en las venas. Esto, a su vez, disminuye el flujo sanguíneo de regreso al corazón y al cerebro. Esto puede provocar mareos y visión borrosa.

Para compensar la falta de flujo sanguíneo, el corazón late mucho más rápido (taquicardia). Con el POTS, generalmente hay un aumento en la frecuencia cardíaca de 30 a 40 puntos desde la posición de acostado a la posición de pie o una frecuencia cardíaca de pie mayor a 120 latidos por minuto (lpm).

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