(Foto: EFE)
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Una red formada por más de 240 mujeres donantes de leche materna se encarga de abastecer cada año en varias ciudades de a cerca de un millar de bebés que no pueden ser amamantados por sus madres por problemas de salud, por haber nacido de forma prematura o porque fueron abandonados después del parto.

La iniciativa, coordinada por el Hospital San Pablo de Asunción, es posible gracias a una unidad móvil que visita semanalmente a las madres para recoger los frascos de leche que han sido previamente congelados, de forma que se pueda mantener la cadena del frío.

Después de reunir los recipientes esterilizados, la leche se transporta hasta la unidad de maternidad del hospital, donde se realizan los análisis bioquímicos que garantizan que las donantes no padecen enfermedades como el VIH, la Hepatitis B o la Rubeola.

Durante una de las rutas de recogida en un barrio de Asunción, Lizzi Miranda, una madre de 26 años, explicó a Efe que decidió sumarse a la iniciativa después de que los médicos le garantizaran que podía amamantar a su hija a pesar de la medicación que toma para paliar su epilepsia.

Miranda relató que, tras las primera negativas de los neurólogos, fue una "bendición" descubrir que podía dar leche a su bebé, así que optó por ayudar a otras personas que estaban en su misma situación.

La madre insistió en la importancia de este programa para combatir los "tabúes" que hay en Paraguay en torno a amamantar a los hijos, especialmente cuando transcurre el primer año de lactancia.

(Foto: EFE)
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De acuerdo a los datos del Instituto de Alimentación y Nutrición (INAN) de 2017, Paraguay es el país con menor índice de lactancia materna del continente, ya que solo el 12,5 % de las madres amamanta a sus hijos, frente al 50 % recomendado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Durante la ruta por las viviendas de las donantes, la enfermera encargada del servicio, Juliana Martínez, defendió las virtudes de la leche materna frente a otras alternativas sintéticas como la "leche de fórmula".

"Por más que busquen la forma de hacer que la leche sea maternizada, es difícil llegar a que sea igual porque no tiene todos los nutrientes que posee la de la madre", indicó Martínez.

El trabajo de la enfermera no solo consiste en recoger la leche sino que también establece un "diálogo" con las madres para preguntarles "cómo se sienten" y para mostrarles lo que "aportan para mejorar" la sociedad.

Sin embargo, Martínez denunció la poca visibilidad que tiene el Banco de Leche Materna del Hospital de San Pablo y pidió mayor "publicidad" para que sea conocido por más mujeres en el país.

Vanesa Fernández, otra de las madres donantes, conoció la iniciativa a través de Facebook y decidió entregar la leche que había conservado por si sus obligaciones laborales le impedían amamantar a su bebé.

"Extraje mi leche para mi bebé porque estaba por comenzar un trabajo pero tuve la suerte de poder estar junto a ella todas las veces que lo demandaba", explicó.

Para Fernández, donar es una forma de ayudar a "bebés necesitados" que no tienen la "oportunidad" de acceder a la leche materna, que no se puede "suplir" con otros productos.

De hecho, la iniciativa permite ayudar a varios bebés que han nacido en familias desestructuradas del país y que debido a problemas de drogadicción no pueden ser amamantados por sus madres.

El Banco de Leche recogió en 2018 un total de 1.480 litros de leche materna cruda, de los que se han obtenido 494 litros de leche pasteurizada para dársela a los bebés.

La leche recolectada se almacena en unos congeladores especiales en el hospital para garantizar su calidad y se suministra en función de los pedidos de los pediatras de distintos centros médicos.

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