La horrenda historia del profanador de tumbas ruso que atemorizó a un pueblo con 'muñecas zombies'

Imagínate estar yendo al cementerio a visitar a un ser querido fallecido y al momento en el que llegas al lugar te das cuenta de que la tumba en donde se encontraba aquella persona ha sido profanada y no hay más que tierra, polvo, suciedad y vacío. ¿Preocupante, no?

Esta es la historia que se transformó en una leyenda urbana durante muchos años en Rusia, específicamente en la ciudad de Nizhny Novgorod, en donde llegaron muchas denuncias a la policía local por la desaparición de cuerpos en algunos centros de 'reposo' sin dejar rastro alguno.

La duda y el terror había llegado a los oídos de cada uno de los pobladores residentes de la ciudad, tanto así que ya nadie quería pasar por los cementerios debido a que no querían darse con la sorpresa de que el cuerpo de un ser querido ya no esté ahí.

La policía investigó e investigó pero no consiguió dar con el paradero del autor. Según comentaron algunas de las personas del lugar que habían sido 'testigos', estos afirmaban que una persona de contextura delgada dejaba un auto marrón afuera del cementerio municipal e ingresaba al mismo de madrugada. Cuando se acercaron a ver qué pasaba, la persona encapuchada desaparecía.

Tal hecho fue escuchado por algunos de los medios de prensa del país, por lo que decidieron preguntarle al historiador que contaba con la fama de ser el 'experto en cementerios de la ciudad', Anatoly Moskvin, sobre aquella situación que estaba pasando en Nizhny Novgorod y este respondió indignado ante dicho hecho y esperaba que atrapen al sujeto.

Tras esto, pasaron los meses y todavía no se encontraba al autor de este acto delictivo, por lo que los policías locales idearon un plan para 'atraparlo con las manos en la masa' aunque lastimosamente no se le pudo detener.

El hecho dejó perplejo a toda la ciudad y los detectives optaron por ponerle un 'ojo' especial al mismo Anatoly Moskvin ya que este había publicado un artículo en donde nos mostraba su gusto especial por los muertos y todo lo que les rodea, por lo que inició el seguimiento que terminó delatando al culpable, este historiador.

¿Por qué hizo esto y cómo lo atraparon e inculparon? Tampoco tiene una historia clara a pesar de que esta haya sido declarada por parte de la policía local.

Svetlana Kovylina, vocera oficial de los agentes de la ley de Nizhny Novgorod, confirmó que el seguimiento al mismo Anatoly Moskvin les dio su paradero en las noches donde realizaba la profanación de tumbas y esto no es todo, sino que llevaba los cadáveres a su casa.

Moskovsky Komsomolets, uno de los diarios más leídos del país de Rusia y de la localidad, afirmó que la detención y culpabilidad de Anatoly quedaron claros luego de que este sea encontrado, vagando a altas horas de la noche, con una bolsa que contenía muchos huesos. Algo insólito.

Finalmente, una publicación especializada en crónicas de delitos en la región, la cuál tiene de nombre Kriminalnaya Khronika, escribió todo sobre la detención de Anatoly, afirmando que este fue descubierto 'con las manos en la masa' luego de que los detectives (que ya lo estaban siguiendo) se adentren en su casa para hacerle algunas 'preguntas' y terminen encontrando los cuerpos ahí.

Ahora viene la pregunta, ¿qué hacía Anatoly con los cuerpos que tenía en su casa? Pues aparentemente, su pasión por los muertos lo llevó a un límite totalmente inesperado y mucho más oscuro. No solo los dejaba en su casa, sino que tenía hasta 'celebraciones' con ellos.

Moskvin, que es un lingüista que habla 13 idiomas y que es un total apasionado en lo que es la cultura de lo 'oculto', acotó que "cuando tenía doce años, pasó frente a un cortejo fúnebre cuyos participantes lo obligaron a besar el rostro de una niña de once años muerta", es aquí en donde nació su interés por esto y que podría haber desencadenado en el hecho delictivo.

El diario The Mirror acotó que este hombre "les puso nombres a los cadáveres momificados y organizó fiestas de cumpleaños para ellos, recopilando también información actualizada sobre las vidas de cada niña que había desenterrado y había impreso instrucciones sobre cómo fabricar muñecos con restos humanos".

Sí, tal como lo leíste en el párrafo anterior, aparentemente, el plan de este señor era nada más y nada menos que empezar con la fabricación de una serie de muñecas hechas con los restos humanos que encontraba en el cementerio.

Una vez fue encerrado Anatoly, se le dispuso un juicio en la corte rusa frente a todos los familiares de las personas que este había agarrado como 'compañeros' en su hogar y es aquí en donde los mismos sintieron el verdadero terror ya que en vez de estar arrepentido de sus actos, Moskvin se sintió feliz de lo que había realizado.

44 cuerpos de niñas de entre 3 y 12 años fueron las 'victimas' que admitió haber tenido entre sus filas y un total de 150 tumbas fueron profanadas por él.

"Ustedes abandonaron a sus niñas en el frío, yo las llevé a mi casa y les di cobijo", fue lo último que dijo Anatoly en la corte a todos los que estaban presentes, dándole el motivo suficiente a la misma de declarar al señor Moskvin con esquizofrenia, siendo inimputable y enviándolo a una clínica psiquiátrica.

Los familiares no se encontraban contentos con esta decisión, pero más no podían hacer. El culpable comentó en la corte también para qué se llevaba estos cuerpos a su casa, confirmando que "tenía la manera de devolverlos a la vida usando el poder de la ciencia y la magia".

Entre una de sus declaraciones más terroríficas, este no veía los cuerpos que profanaba con algún tipo de atracción sexual (a pesar de que no podía tener hijos), sino miraba (en el caso de las pequeñas) estas como si fuesen sus hijas a las que les cantaba canciones, miraba con ellas dibujos animados y hasta les festejaba los cumpleaños, tratándolas como si fueran unas muñecas con algo de vida en su interior.

Ahora, ocho años después de aquél 2011 en donde fue capturado, el miedo sigue latente en los ciudadanos de Nizhny Novgorod y es que el centro de rehabilitación mental en el que se encontraba, sigue debatiendo la decisión de si lo manda a su casa a seguir el tratamiento ahí o no.

"No puedo creer que vaya a tener libertad para ir donde quiera. Él dijo en la Corte que volvería a sus "chicas" si alguna vez era liberado. Ni mi familia ni las familias del resto de sus víctimas va a poder dormir tranquila si es liberado. Ese hombre merece cadena perpetua y un estricto control médico sin libertad de movimiento", afirmó Natalia Chardymova, la madre de una de las niñas que que fallecieron y que Moskvin tuvo en su hogar durante casi diez años.

¿Cuál será el destino del profesor Anatoly Moskvin? Por el momento el miedo sigue latente en Nizhny Novgorod.

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