En (EE.UU.), hay una tradición que continúa vigente en los niños. Para obtener por primera vez unos dólares, miles de menores ofrecen limonada en un rudimentario puesto en medio de calle. Sin embargo, a veces ocurren situaciones inesperadas. Tal y como sucedió con Asa Baker, quien protagonizó una que sacudió las .

Asa mantiene un negocio de limonada durante los calurosos días de verano frente a la casa de su familia en la ciudad de Alliance (Ohio). La pequeña de ocho año percató que un festival gastronómico estaba cerca del lugar de trabajo de su padre. Por esta razón, conversó con su progenitor para instalar una ‘tienda’ fuera de la empresa y así conseguir más ingresos económicos.

Cerraron el negocio de limonada

Tras sostener algunas conversaciones, el dueño de la compañía aceptó la iniciativa de la niña y nuestro protagonista instaló su puesto; pero, más tarde, llegaron los oficiales y decidieron cerrarla.

Las autoridades explicaron que los organizadores del evento se habían quejado, porque la menor no tenía el “permiso de comida”. Me estaba divirtiendo mucho y mucha gente se detuvo. Él (el oficial de policía) salió del auto y dijo que lo siento, pero recibí una llamada de queja y me tienen que callar. Realmente no dije demasiado, pero estaba muy triste y enojado porque tuvimos que cerrar”, comentó Baker

En medio de la intervención, los agentes “me dieron 20 dólares” para ayudar a comprar la licencia (que cuesta el doble para cinco días). “Definitivamente me di cuenta de que él no quería callarla, pero, quiero decir, recibes una llamada, él tiene que hacerlo. Definitivamente hizo lo correcto, ya sabes, en la situación en la que se encontraba”, le confesó Katrina Moore, la madre de Asa, a .

Las cosas terminaron saliendo bien

Después de este incidente, Katrina realizó una publicación en su cuenta de Facebook para agradecer el gesto de los policías. En poco tiempo, el post acumuló un sinfín de reacciones y llamó la atención de numerosas personas, incluso Eric Strata, propietario de una tienda norteamericana, se comunicó con los padres de Asa.

De acuerdo al citado medio, Eric les ofreció un espacio en los exteriores de su negocio para que Asa vendiera su limonada y golosinas. La familia aceptó la propuesta y la niña comenzó a recaudar cientos de dólares.


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