Jonathan Walker se encuentra disfrutando del mejor momento de su vida al ver cuántas prestigiosas casas de estudio de Estados Unidos están interesados en que se sume a sus filas. | Crédito: Good Morning America
Jonathan Walker se encuentra disfrutando del mejor momento de su vida al ver cuántas prestigiosas casas de estudio de Estados Unidos están interesados en que se sume a sus filas. | Crédito: Good Morning America

Un verdadero ejemplo a seguir. Un adolescente de está saltando en un pie de alegría después de haber sido aceptado en 27 universidades tanto públicas como privadas, incluyendo Harvard, Stanford y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), y recibió más de 4 millones de dólares en becas, una que ha inspirado a personas de todas las edades en las redes sociales.

“Fue simplemente una sorpresa ver que estaban interesados en mí y que querían que asistiera a su institución, que me estaban ofreciendo la admisión. Me sentí muy emocionado”, señaló Jonathan Walker, un graduado de secundaria de Panama City, Florida, en entrevista con . El programa también replicó su caso en un publicado en su canal de .

Aún impresionado por la cantidad de ofertas que recibió, Walker contó que encontró algo que le gustó en cada una de las casas de estudios interesadas por él y que solo aplicó en las que sintió que podría sentirse “feliz”. Ahora, habiendo sido aceptada en 27 de ellas, tiene difícil sobre elegir a cuál asistir este otoño. “He podido reducirla un poco, espero que en las próximas semanas pueda tomar una decisión bastante segura”, acotó.

Una decisión importante para su futuro y para el de los demás

Si bien tiene una gran decisión por delante, el joven aseguró que tiene algunas ideas sobre su posible especialidad. “Estoy principalmente interesado en la ingeniería, así como en el espíritu empresarial, con la esperanza de seguir una ruta sin fines de lucro, creando dispositivos para ayudar a las personas. Pero también estoy explorando la posibilidad de crear mi propia especialización ya que tengo muchos intereses diferentes”, dijo.

Su interés por la ingeniería se despertó en un inicio por el juego de química que le obsequiaron sus padres hace unos años, el mismo que le ayudó a “canalizar su curiosidad hacia la ciencia” y que espera lo lleve hacia la carrera que más anhela con la finalidad de ayudar creando dispositivos para las comunidades desfavorecidas y a las personas que atraviesan problemas difíciles.

Junto a un compañero, Jonathan Walker –votado como el más popular de su clase– viene trabajando en un dispositivo que puede colocarse en la muñeca que permite a las personas con discapacidad visual y auditiva a comunicarse mejor con quienes los rodean. Previamente, creó otro dispositivo que envía recordatorios a los pacientes para que tomen sus medicinas con prescripción.

En su calidad de miembro activo del club de ciencias de su cuela, así como del Programa del Diploma del Bachillerato Internacional (, como se le conoce en inglés) y del equipo de fútbol americano, el joven se siente agradecido por todo lo que le ha pasado y quiere tomarse el tiempo necesario para usarlo de la mejor manera posible para influir en otros de manera positiva e inspirarlos.

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