“Cada familia tiene sus diferencias, pero de todo esto, nos unió a todos nuevamente para que Dios pueda tomar lo malo y convertirlo en bueno”, reflexionó Phelps, cuyo unos de sus primeros objetivos es encontrar un nuevo lugar para vivir y un empleo dentro del área de Mobile para no volver a alejarse tanto de sus queridos hermanos. Además, dijo que se siente bendecido por haber conocido a alguien tan genial como Frank.
“Si hubiera más gente como él, el mundo sería un lugar mejor. Esta experiencia me hizo querer hacer más por las personas”, agregó sobre el buen samaritano, que conservó el cartel para recordar este milagro de
Navidad.