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Más que exesposos, mejores amigos. La mayoría de los divorcios terminan con ambas partes enemistadas pero pocos son los que se dan en tan buenos términos como el de una otrora pareja en Inglaterra, en el que incluso uno fue capaz de donarle un órgano al otro. Su historia ha sido bastante comentada en redes sociales.
La asombrosa historia de amor hacia el prójimo, que se volvió tendencia al ser compartida en redes sociales, comienza cinco años después del fin del matrimonio entre Dan Pyatt y Kelly Hope cuando el primero de ellos se rehusaba a que la madre de sus dos hijas se hiciera la prueba para ver si era compatible con él para un trasplante de riñón tras pasar 12 meses en la lista de espera por un donante.
“Él me dijo: ‘No puedo pedirte que hagas eso’”, recordó Hope, a lo que le respondió que aquella decisión “dependía única y exclusivamente de ella”. “Conozco los riesgos y lo voy a hacer”, señaló a su ex esposo en un cuarto del Guy’s Hospital de la capital inglesa.
“Aunque ya no estamos juntos, no estaba preparada para dejar que mis hijas crezcan sin su padre. Y Dan solo tiene 44 años, tiene toda la vida por delante”, agregó Kelly (43) sobre su ex esposo, al que conoció cuando ambos tenían 18 años y se casaron 13 años después en 2007.
Pero apenas un año después y a escasos meses de la llegada de su segunda hija, Dan comenzó a padecer de un agresivo tipo de enfermedad a los riñones y, tras varios exámenes, los médicos le advirtieron que en 10 años necesitaría un trasplante.
“No había historial de enfermedades a los riñones en la familia de Dan, simplemente fue mala suerte”, contó Kelly al diario Mirror. “Siempre lucía cansado, con síntomas de gripe y dolores de cabeza, pero lo atribuimos en un principio a su trabajo como taxista en Londres”, dijo.
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Sin embargo, tras varios chequeos a lo largo de los años, en septiembre de 2017 los médicos le dijeron a Dan que tenía que ser sometido a diálisis ya que la funcionalidad de sus riñones cayó a 8%, por lo que pasó a lista de espera de un donante compatible.
Para ese entonces, el matrimonio de Dan y Kelly había llegado a su fin debido a diferencias irreconciliables pero la amistad que mantenían desde niños jamás se perdió. Si bien ya no eran pareja, ella seguía acompañándolo a sus citas médicas y estando a su lado.
“Tenías que ser dializado tres veces a la semana, seis horas al día, y eso afectó su relación con las niñas. No había tiempo de calidad y era muy incómodo para ellas verlo tan mal”, recordó Kelly, al tiempo que dijo que por un año su ex esposo esperó por un donante sin tener suerte.
“Comenzó a deteriorarse seriamente para ese entonces y se me hizo claro lo que tenía que hacer. Nunca me lo pidió. Yo se lo dije”, indicó la ex esposa de Dan, que comprobó que sus tejidos eran compatibles pero no su tipo sanguíneo.
“Se nos dio la opción de entrar a una especie de junta de donantes, en la que yo donaba el órgano a alguien y otra persona se lo donaría a Dan a cambio. Pero eso solo sucede unas dos o tres veces al año sin garantía de hallar un donante compatible”, precisó Kelly.
Con el tiempo acabándose, después de considerar los riesgos, se decidieron por un trasplante renal de grupo sanguíneo incompatible que implica el remover anticuerpos de la sangre para prevenir el rechazo del órgano.
La esperada operación se llevó a cabo un día de agosto de 2018 y afortunadamente fue todo un éxito. Cinco días después de pasar por el quirófano, Dan fue dado de alta y su semblante mejoró por completo.
Ahora bajo medicamentos y capaz de regresar a su trabajo, Dan y Kelly pasaron la Navidad como familia junto a sus hijas, ambas en su etapa de adolescencia. Si bien descartaron volver a ser pareja, ambos aseguran que su relación amical se ha fortalecido aún más.
“En el Guy's Hospital varios contaban que nunca habían visto que alguien le donara un órgano a su ex, pero cada pareja es diferente. Cuando nos separamos fuimos capaces de salvar las mejores partes de nuestro tiempo juntos y reconstruimos la relación desde ahí”, señaló Kelly.
“Para mí, fue como darle un riñón al padre de mis hijas y al mejor amigo que he tenido desde que tenía 11 años. Quizás no estemos casados ahora, pero seguimos siendo una familia y tuve que hacer ese sacrificio para mantenerla junta”, agregó.
En cuanto a Dan, él sigue abrumado por el extraordinario gesto de su ex esposa. “Realmente fue un acto desinteresado. El poner tu vida en riesgo para ayudar a alguien más es asombroso. Kelly siempre será mi heroína”, precisó.