Dos oficiales de policía salvaron a una bebé recién nacida de morir atragantada

► Hombre ingresa al mar para refrescarse y es sorprendido por la aparición de una aterradora criatura marina

► ¿Cómo descargar antivirus gratis para tu PC?

Vida que cuida tu vida. Dos valerosos oficiales de la Policía Nacional de España se convirtieron en celebridades en las redes sociales por salvar a una bebé de un mes de nacida que se estaba ahogando durante una de sus rondas por las calles de Madrid.

Todo ocurrió en el distrito madrileño de Barajas cuando los padres de la pequeña Sofía salieron a la calle en busca de auxilio al ver que su hija no respiraba y que no eran capaces de revertir el ahogamiento, informó el diario La Vanguardia.

En el camino se toparon con los agentes Delfín y Alejandro que en un primer momento evaluaron la posibilidad de abrirles paso hasta el hospital aunque, al contemplar el estado cianótico de la menor, decidieron que era mejor actuar con celeridad.

En declaraciones a Telemadrid, los policías indicaron que su prioridad era que Sofía “respirara enseguida, pues estábamos en un lugar frío, en una calle con mucho tránsito”, ya que habían intentado contactarse sin suerte con el servicio de emergencia para que les diera indicaciones.

Cuando atendieron a la niña, los agentes señalaron que estaba con rigidez y azul por lo que decidieron realizar con cuidado la maniobra de Heimlich, “siempre guiándonos por el color” que presentaba.

Tras completarla, ambos vieron cómo la bebé “echó la masa que le estaba obstruyendo la vía -que era como una especie de pasta, como de leche- y pudo respirar” para alegría de todos los presentes.

“Esas cosas no se piensan”, reconocen los policías pero confesaron que cuando llegaron los de Samur (siglas de Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate), pudieron respirar “con alivio” cuando les dijeron que lo habían hecho bien.

Pese a que se mostraron felices por el desenlace, ambos no pudieron evitar mostrar su preocupación por lo delicado que fue la intervención con un niño, ya que –según precisaron– “si fallas te queda para toda la vida”.