Yip Ki Hok se mueve lenta y cuidadosamente, luego sopla en la colmena para reunir a las abejas en una jaula de alambre cubierta con una bolsa blanca con cordón. (Foto: AFP)
Yip Ki Hok se mueve lenta y cuidadosamente, luego sopla en la colmena para reunir a las abejas en una jaula de alambre cubierta con una bolsa blanca con cordón. (Foto: AFP)




En lo alto de las colinas sobre Hong Kong, Yip Ki Hok no usa más que sus propias manos para retirar un nido de abejas lleno de miel, una habilidad notable que aprendió en los años difíciles de la hambruna en China.

Mientras que la mayoría de los nuevos apicultores compran insectos con colonias ya establecidas, Yip prefiere un método más orgánico, ir de excursión a las colinas y capturar abejas silvestres utilizando habilidades que desarrolló a fuerza de equivocarse desde la edad de siete años.

Este hombre de 62 años se mueve sin esfuerzo entre matorrales densos, lejos de las rutas de senderismo oficiales, y se detiene ante un agujero en la ladera que sabe que contendrá una colonia de abejas.

Encendiendo cinco varitas de incienso para aplacar a las abejas, espera a que el humo haga efecto y mete la mano en el agujero, retirando trozos de la colmena llenos de abejas.

Sorprendentemente, solo le pican dos veces. El truco, explica, es llevarse la mayor cantidad posible de la colmena sin matar o perder a la reina.

"Si usas guantes, no sabes cuánta fuerza estás usando", le dice a AFP. "Si usas demasiada fuerza y matas accidentalmente a la reina, es muy molesto, será muy difícil recuperar la colmena".

Moviéndose lenta y cuidadosamente, sopla en la colmena para reunir a las abejas en una jaula de alambre cubierta con una bolsa blanca con cordón.

Busca a la reina mientras los ejemplares rezagados zumban a su alrededor, una parte crucial de la operación, ya que las otras abejas en la colmena se sienten fuertemente atraídas por ella.

"Sin la reina, se enojarán y la buscarán en todas partes. Si no pueden encontrarla, saldrán volando de la jaula. Volarán por todas partes para encontrarla y comenzarán a picar como locas", dijo.

Aunque una vez lo picaron más de 200 veces cuando perdió a la reina durante una extracción, Yip dice que no necesita guantes ni otros equipos de protección.

Yip Ki Hok no le teme a las abejas y trabaja con ellas a diario usando siempre el mismo método: manos libres. (Foto: AFP)
Yip Ki Hok no le teme a las abejas y trabaja con ellas a diario usando siempre el mismo método: manos libres. (Foto: AFP)

"¿Por qué necesitaría esas cosas? Conozco su naturaleza como conozco mi propia mano. No importa lo malas que sean, todavía tengo una forma de amansarlas", explicó.

De vuelta a su granja, Yip saca de la bolsa un puñado de abejas y las coloca suavemente en su nuevo hogar.

Yip generalmente recolecta miel tres veces al año de más de 200 colmenas, extrayendo el líquido dorado a base de hacer girar cada cuadro de madera en un tambor de metal.

Tiempos difíciles

Fue en la China continental donde Yip aprendió sus habilidades, a raíz de la hambruna de Mao, cuando millones de personas murieron de hambre y la gente se las apañaba para sobrevivir.

Yip trabajaba como profesor en la provincia de Guangdong, complementando sus escasos ingresos al intercambiar miel por cupones de alimentos.

Se cambió a la apicultura a tiempo completo después de que las reformas económicas de Deng Xiaoping a fines de la década de 1970 permitieran el florecimiento de empresas privadas.

Después de que la familia de su esposa se mudó a Hong Kong con éxito en 1983, Yip les siguió, aunque le llevó unos cinco años, ya que lo atrapaban cada vez que intentaba pasar irregularmente a través de la frontera antes de que finalmente lo lograra legalmente.

Tuvo que comenzar su apicultura desde cero, construyendo cajas para las colonias con trozos de madera desechada.

En un año tenía 150 colmenas saludables, sentando las bases de un negocio que desde entonces le ha convertido en uno de los mayores productores de miel de la ciudad.

Aunque una vez lo picaron más de 200 veces cuando perdió a la reina durante una extracción, Yip Ki Hok  dice que no necesita guantes ni otros equipos de protección. (Foto: AFP)
Aunque una vez lo picaron más de 200 veces cuando perdió a la reina durante una extracción, Yip Ki Hok dice que no necesita guantes ni otros equipos de protección. (Foto: AFP)

Temperaturas en aumento

Pero a medida que el clima se calienta y alimenta tormentas más grandes, su sustento, y la población de abejas de Hong Kong, afrontan desafíos crecientes.

El desarrollo urbano en constante expansión de esta ciudad densamente poblada amenaza a las abejas silvestres y su suministro de alimentos. Y las tormentas tropicales cada vez más fuertes agravan el daño.

El año pasado, el tifón Mangkhut atravesó la ciudad, derribó decenas de miles de árboles y aplastó enormes franjas de flores polinizadoras.

Yip Ki Hok trabajaba como profesor en la provincia de Guangdong, pero se cambió a la apicultura después de las reformas económicas de Deng Xiaoping a fines de la década de 1970. (Foto: AFP)
Yip Ki Hok trabajaba como profesor en la provincia de Guangdong, pero se cambió a la apicultura después de las reformas económicas de Deng Xiaoping a fines de la década de 1970. (Foto: AFP)

"El tifón Mangkhut era demasiado fuerte, derribó la mitad de los árboles y las flores ... sin las plantas, las abejas se reproducían naturalmente más lentamente".

Los científicos advierten que la subida de las temperaturas aumentará la frecuencia de tormentas como Mangkhut.

Yip planea continuar con sus paseos por las colinas mientras pueda, y espera que los tifones del futuro pasen de largo de Hong Kong y de sus colonias de abejas favoritas.

AFP

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