"Quiero ser peruano", la campaña con la que los colombianos buscan imitar lo bueno de nuestro país

El periodista colombiano Daniel Samper dio mucho de qué hablar con la publicación de una columna en la revista "Semana", en la que señalba las peculiares razones por las que "deseaba hacerse peruano".

La pieza de opinión estaba cargada de un tono irónico, a través del cual Samper criticaba diversos aspectos de la realidad de Colombia, contrastándolos con lo que sucedía en Perú. "Prefiero ser paisano de La Tigresa del Oriente, antes que de la Gata del Norte, Enilce López", apuntaba el periodista.

Poco después, el también escritor inició una campaña en Twitter con la etiqueta #QuieroSerPeruanoPorque. La idea era abordar acciones concretas y elementos positivos de la experiencia peruana, que los colombianos podrían aplicar a su propio contexto.

La propuesta encontró gran acogida entre la comunidad tuitera del vecino norteño y a lo largo del jueves logró ocupar un sitial importante en la lista de tendencias de la citada red social Colombia.

El contexto en el que Daniel Samper inició la campaña tenía una fuerte carga política y muchos usuarios de Twitter mantuvieron dicha línea; sin embargo, también hubo espacio para divagar sobre otros temas de la realidad peruana.

La tendencia ha significado para los colombianos una forma de analizar los sucesos de su realidad e incluso volver a llevar a la luz aspectos más que rescatables de esta. Paralelamente, para los peruanos supone un más que interesante vistazo sobre cómo somos vistos en Colombia.

En medio de la popularidad de la curiosa campaña en Twitter, Samper profundizó en sus apreciaciones a través de un video compartido en su canal de YouTube. El material nuevamente tuvo un marcado componente político, aunque añadiendo menciones a diversos personajes de la cultura popular peruana como Wendy Sulca o la Tigresa del Oriente.

Por lo pronto, el conocido tono polémico de Samper sigue generando un interesante debate en torno a la política de ambos países. Queda en manos de cada lector, analizar cuánto se acerca la estima de nuestros vecinos colombianos a la realidad que vivimos.