Las espinacas son una verdura muy nutritiva y saludable que conviene comer seguido. (Foto: Pixabay)
Las espinacas son una verdura muy nutritiva y saludable que conviene comer seguido. (Foto: Pixabay)

Las espinacas son de las hortalizas más nutritivas y versátiles para formar parte de la dieta diaria. Hay muchas maneras de cocinarlas y convertirlas en el ingrediente principal de originales y sabrosas recetas.

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Aporta una gran cantidad de beneficios para nuestro organismo y es un antioxidante que ayuda contra el envejecimiento, tiene mucha fibra, por lo que regula el tránsito intestinal y no posee grasas. Además, forma parte del grupo de verduras que aportan vitamina A y que contribuyen a la regeneración de la piel y mucosas.

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Por eso es vital incluir la espinaca en la alimentación diaria. Una opción es en el desayuno preparando una tortilla de huevo y agregándola picada o en la ensalada del almuerzo.

1. Espinacas hervidas

Esta es una las maneras más tradicionales de cocinar espinacas. Para hacerlo, tan solo necesitas poner agua en una olla, encender el fuego y, cuando empiece a hervir, echar las espinacas bien lavadas. En unos 10 minutos tendrás las hojas cocidas y podrás escurrirlas con ayuda de un colador. Es importante que las presiones bien para que suelte todo el agua.

Son ideales para disfrutarlas con un chorro de aceite y una pizca de sal o para acompañar un trozo de carne o de pescado. Además, este es el primer paso para luego usarlas como relleno en otras recetas como canelones rellenos de espinacas o empanadas rellenas de espinacas.

2. Crema de espinacas

Esta es otra de las formas muy comunes de cocinar esta hortaliza. Para ello necesitarás leche evaporada, cebolla, ajo y aceite de oliva; de esta manera, la textura de la receta será la ideal para la crema.

3. Espinacas crudas

La espinaca fresca, sin hervirla ni cocinarla de ningún modo, es ideal para las ensaladas mezclada con otros vegetales como lechuga, zanahorias, olivas. Eso sí, deben estar bien limpias para eliminar cualquier resto de pesticida.

¿Qué recetas preparar?

Aquí te dejamos dos sencillas con espinacas que puedes preparar en casa y disfrutar con toda la familia.

1. Espinacas con huevo

Es ideal para aquellas personas que estén haciendo una dieta para bajar de peso pues el plato contiene muy pocas calorías.

Ingredientes:

[inicio-ingredientes]

  • 500 gramos de espinacas cocidas
  • 4 huevos
  • 1 cucharada de pasas (opcional)
  • 2 quesitos en porciones
  • 2 cucharadas de aceite de oliva

[fin-ingredientes]

Preparación:

[inicio-instrucciones]

  1. Poner las pasas a remojar en agua tibia si es que deseas incluirlas.
  2. En una sartén echar las dos cucharadas de aceite. Cuando esté caliente mezclar las espinacas con las pasas durante un par de minutos. Luego ponerlas en una fuente apta para el horno rociada con un chorro de aceite.
  3. Trocear los quesos y echarlos sobre las espinacas. Luego verter los huevos enteros encima de todos los ingredientes y espolvorear una pizca de sal.
  4. Introducir la fuente de espinacas con huevo en un horno pre-calentado a 200º y dejar que se cocinen durante, al menos, 10 minutos.
  5. Sacar del horno cuando las yemas estén hechas. Servir inmediatamente para evitar que se reseque.

[fin-instrucciones]

FICHA:

Dificultad: Fácil

Tiempo: 20 minutos

Porciones: 2

Calorías: 340 calorías por ración

La espinaca es una gran aliada de las pastas al aportar color y sabor. (Foto: Pixabay)
La espinaca es una gran aliada de las pastas al aportar color y sabor. (Foto: Pixabay)

2. Canelones de espinacas

Esta es una forma deliciosa de consumir esta nutritiva verdura combinada con el sabor de la salsa bechamel y el queso rallado gratinado.

Ingredientes:

[inicio-ingredientes]

  • 16 unidades o placas de pasta para canelones
  • 500 g de espinacas cocidas
  • 200 g de queso rallado o mozzarella
  • 500 ml de salsa bechamel
  • 3 dientes de ajo
  • 2 cucharadas de piñones
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta negra

[fin-ingredientes]

Preparación:

[inicio-instrucciones]

  1. Hervir las placas de pasta para los canelones en una olla con agua, una pizca de sal y un chorro de aceite de oliva. Bastará con unos 8 o 10 minutos de cocción. Sacarlas cuando estén blandas y reservar en otro recipiente.
  2. Para el relleno hay que pelar y picar los dientes de ajo y sofreírlos en una sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando veas que se dora ligeramente, añadir los piñones pelados y esperar a que se tuesten un poquito. Agregar las espinacas y echar una pizca de pimienta negra. Remover con una cuchara para que se integren los sabores.
  3. Añadir unos 100 ml de salsa bechamel a las espinacas. Remover y dejar que se cocine a una temperatura media hasta que espese.
  4. Cuando el relleno esté preparado, ve repartiéndolo en cada una de las placas de pasta para canelones con una cuchara y, seguidamente, enrolla cada canalón.
  5. Colocar los canelones en una bandeja o fuente apta para horno y pon por encima el resto de la salsa bechamel y el queso rallado. Dejar que se hagan en el horno durante unos 20 minutos a una temperatura de 180ºC.
  6. Emplatar y servir caliente.

[fin-instrucciones]

FICHA:

Dificultad: Fácil

Tiempo: 40 minutos

Porciones: 4

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TRUCOS DE COCINA QUE TE AYUDARÁN A AHORRAR

Evita las verduras ya cortadas

Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.

Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos

Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.

Haz caldos

No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.

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