¿Te sientes alicaído y sin ganas de moverte? ¿Más puede el cansancio y todo te produce pereza? ¡Puede que a tu cuerpo le falte algo de energía! Nutrientes como el hierro y el potasio y compuestos como las proteínas y los azúcares son indispensables para que te sientas bien por dentro y para que tu cuerpo disponga de la fuerza que necesita. Incluye en tu dieta algunos de estos alimentos energéticos que poco a poco te ayudarán a recuperar la energía perdida.
1. Huevo
Es importante consumir grasas para tener energía, siempre que estas sean de buena calidad. Frutos secos, aguacate o algunos pescados son buenas fuentes de grasas cardiosaludables. Pese a que el huevo contiene ácidos grasos, como los que encontramos en el aguacate y en el aceite de oliva, también tiene una parte de ácidos grasos saturados.
2. Pollo
Es recomendable apostar por el consumo de proteínas frente al protagonismo que tradicionalmente han tenido en el plato los carbohidratos. La carne de pollo, una carne blanca poco grasa, versátil y rica en proteínas, es una buena manera de ayudarnos a incrementar nuestra energía, puesto que también actúa sobre nuestra masa muscular, fortaleciéndola.
3. Maní
Otro antiinflamatorio de gran calidad es el maní, una legumbre que aporta gran cantidad de nutrientes, entre ellos proteínas, fibra, potasio y fósforo. Es, por tanto, un alimento muy completo que es recomendable preparar en forma de mantequilla y comerla en cantidades moderadas, ya que 100 g de maní aportan alrededor de 550 calorías.
4. Nuez
Para tener más energía en primer lugar hay que erradicar por completo los alimentos utraprocesados, que van desde las bebidas azucaradas a los snacks, precocinados, bebidas energéticas y zumos industriales. Las nueces, las semillas de lino y los pescados azules, desde la sardina al atún o el bonito, tienen propiedades antiinflamatorias.
5. Arroz integral
Es importante asegurar una fuente de carbohidratos integrales en la dieta, ya sea arroz, cereales o pasta, siempre en su versión integral. Pese a que los carbohidratos integrales nos pueden ayudar a conseguir la energía que necesitamos, no se recomienda abusar de las cantidades si llevamos una vida sedentaria, puesto que pueden implicar una ganancia de peso, y primar el consumo de frutas, verduras y hortalizas.
Trucos de cocina que te ayudarán a ahorrar dinero
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.
Cortes de carne más baratos
Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.