Manzanas acarameladas. (Lucíola Correia | Flickr)
Manzanas acarameladas. (Lucíola Correia | Flickr)

Las manzanas acarameladas o caramelizadas son las manzanas cubiertas de una capa de azúcar de caramelo. Si bien la cubierta varía de un lugar a otro, son casi siempre servidas con un palillo en el centro haciendo que sean más fáciles de comer. Perfectas para los más pequeños de la casa. Para la necesitarás unos cuantos ingredientes. Anímate a prepararlas en casa.

Ingredientes

[inicio-ingredientes]

  • 15 manzanas rojas
  • 4 tazas de azúcar refinada
  • 1 cucharadita de vinagre blanco
  • 1 taza de agua
  • 1 cucharadita de colorante de alimentos rojo

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Preparación

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  1. Engrasa ligeramente una charola para hornear. Lava y seca las manzanas e inserta palitos gruesos de madera en cada una de ellas.
  2. Coloca el azúcar, vinagre y agua en una cacerola pequeña a fuego moderado. Deja que suelte el hervor y agrega el colorante. Mezcla y cocina a fuego bajo hasta que el jarabe alcance una temperatura de 150 °C, o hasta que al poner unas gotas del mismo en un vaso el jarabe forme una bola.
  3. Retira la cacerola del fuego y colócala dentro de un molde con agua fría hasta que el jarabe deje de hervir. Luego toma una manzana por el palillo y sumérgela dentro del jarabe hasta cubrirla completamente. Escurre el exceso de jarabe en la manzana y coloca sobre la charola engrasada. Reserva hasta que el jarabe se haya endurecido.
  4. Repite el procedimiento con el resto de las manzanas y el jarabe.

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Ficha

Tiempo total: 45M

Tiempo preparación: 15M

Porciones: 15

TRUCOS DE COCINA QUE TE AYUDARÁN A AHORRAR

Muchas veces ahorrar es mucho más fácil de lo que creemos. La clave es comprar bien y barato, planificar lo que se hará en la cocina y no desechar nada. Recurrir a alimentos económicos y sanos como las verduras y preparar en cantidad, siempre pensando en nuestro presupuesto de guerra.

Al final casi todo se resume en cocinar más y comprar menos productos elaborados. Pero para quienes prefieran una guía un poco más minuciosa, hemos preparado bien sencillos de empezar a aplicar ya mismo. Apunta estos y aplícalos la próxima vez que vayas al mercado.

Evita las verduras ya cortadas

Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.

Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos

Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.

¿Unas fresas mustias? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido. (PhotoMIX | Pexels)
¿Unas fresas mustias? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido. (PhotoMIX | Pexels)

Haz caldos

No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.

Busca productos de temporada

El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.

Cortes de carne más baratos

Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.

EL TRUCO PARA QUE NO SE TE PEGUE LA COMIDA EN EL SARTÉN

Lava tu sartén antes de usarla

Puede parece un poco obvio, pero a veces el tiempo nos juega en contra. Asegúrate de eliminar el polvo y las impurezas que pueden acumular tus sartenes en los gabinetes de tu cocina, sin importar si es nueva o ya la has usado. Recuerda que mientras más limpia esté mejor se cocinarán los alimentos.

Evita estropear tu sartén con fuego alto

Cocinar a fuego alto no significa cocinar más rápido. Con ello lo único que conseguirás es que tu sartén acorte su tiempo de vida y que tus comidas queden pegadas en el sartén. Acostúmbrate a cocinar a temperaturas media baja, así podrás cerciorarte que tus comidas puedan cocinarse perfectamente.

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