La preparación de postres requiere separar las partes del huevo y lograrlo es muy sencillo. (Foto: Aline Ponce / Pixabay)
La preparación de postres requiere separar las partes del huevo y lograrlo es muy sencillo. (Foto: Aline Ponce / Pixabay)

Hay preparaciones donde se necesita un huevo entero, mientras que en otras se precisa que solo se usarán claras o yemas por separado, como en el caso de los postres. Es ahí donde más de uno pasa por un momento complicado, pues si no se tiene la destreza de dividirlas perfectamente, se pueden desperdiciar ingredientes. Si eres de los que sufre con esta tarea, los siempre serán la mejor solución.

HAZ CLIC: Trucos para cocinar con huevo

Hay quienes tradicionalmente separan la yema de la clara de un huevo usando las dos partes de la cáscara, pero para otros esta sencilla acción puede resultar un fracaso.

Uno de los utensilios más empleados para esta labor es el separado de yemas, una mini coladera donde se vierte el huevo, la yema queda atrapada y la clara escurre por el orificio hacia un recipiente que debes colocar antes. Esta no es la única manera, así que aquí te presentamos algunos trucos que te sorprenderán.

Emplea una cuchara sopera

Coloca el contenido del huevo en un recipiente y con la ayuda de la cuchara pesca la yema. Lo mejor es que hagas unidad por unidad y no varios a la vez, pues será mucho más difícil y llegarían a quebrarse.

Con la mano

Aunque terminarás ensuciándote, este truco es muy efectivo. Rompe el huevo y con cuidado ponlo sobre la palma de tu mano: tus dedos juntos serán el separador de yema. Ábrelos con cuidado y deja caer la clara sobre un recipiente.

Botella de plástico

Este es un poco más complicado, pero igual de bueno que los anteriores.

  • Lo que debes hacer es quebrar el huevo y vaciar el contenido en un plato con mucho cuidado para que no se rompa la yema.
  • Coloca una botella de plástico sin tapa y boca abajo, de tal manera que el pico toque la yema.
  • Aprieta la botella y suéltala de golpe, verás como la yema es absorbida cuando vuelve a coger aire. Si no entra a la primera, vuelve a intentar.
  • Luego traslada la yema a otro recipiente o úsalo en tu receta.

Los errores que cometes al cocinar huevo duro

Muchas veces ahorrar es mucho más fácil de lo que creemos. La clave es comprar bien y barato, planificar lo que se hará en la cocina y no desechar nada. Recurrir a alimentos económicos y sanos como las verduras y preparar en cantidad, siempre pensando en nuestro presupuesto de guerra.

Al final casi todo se resume en cocinar más y comprar menos productos elaborados. Pero para quienes prefieran una guía un poco más minuciosa, hemos preparado algunos consejos bien sencillos de empezar a aplicar ya mismo. Apunta estos trucos y aplícalos la próxima vez que vayas al mercado.

No darle importancia al huevo

Es vital que el huevo sea fresco y de calidad para que nos quede perfecto en forma y sabor. Si es fresco, la yema nos quedará siempre centrada, y de esta manera podremos servir las rodajas o mitades de manera atractiva.

¿Por qué pasa esto? Porque en el huevo fresco la clara ocupa todo el espacio, pero cuando envejece pierde agua, se reduce y se crea un vacío que permite a la yema desplazarse.

Pensar que no importa el tamaño de la cazuela

El tamaño del huevo ideal es entre medio y grande. De igual manera, la cazuela debe ser más pequeña que grande, sobre todo si cocemos solo un huevo. En el caso del huevo duro, si la cazuela es muy grande el huevo bailará de un lado a otro y aumentará el riesgo de rotura. También es importante ser generosos con el agua que cubrirá el huevo en la olla.

No controlar el tiempo de cocción

Los tiempos de cocción para los huevos con cáscara varían según la textura que queramos conseguir. Por ejemplo, el con clara cuajada y yema en un punto líquida con la que se hace el ramen tan solo ha de estar 6 minutos en el fuego.

En el caso del huevo duro, la solidez total se alcanza entre 10 y 15 minutos. Si nos excedemos la yema quedará terrosa y perderá cremosidad. La temperatura debe ser la justa para que las proteínas empiecen a coagular y también para matar las bacterias y así garantizar la seguridad del alimento.

Que la yema nos quede verde

El efecto se produce porque el calor prolongado favorece que el azufre de la clara entre en contacto con el hierro de la yema y se forme sulfuro ferroso. Es un compuesto inofensivo, pero desagradable a la vista y con sabor sulfuroso, que también puede oler mal.

Podemos evitarlo con una cocción breve, usando huevos frescos y enfriando el huevo rápidamente después de cocerlo.

Trucos de cocina que te ayudarán a ahorrar

Muchas veces ahorrar es mucho más fácil de lo que creemos. La clave es comprar bien y barato, planificar lo que se hará en la cocina y no desechar nada. Recurrir a alimentos económicos y sanos como las verduras y preparar en cantidad, siempre pensando en nuestro presupuesto de guerra.

Evita las verduras ya cortadas

Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.

Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos

Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.

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