Temperaturas bajo cero, ráfagas gélidas y tormentas son la consecuencia de que partes del vórtice polar se hayan separado y desplazado hacia el sur, ocasionando un invierno particularmente duro en parte de Estados Unidos, Europa y Asia. Esto no solo afecta el día a día de millones de personas, sino que tiene consecuencias en su salud. Ante esto hay que tomar medidas para proteger la piel del frío extremo desatado también por la Borrasca Filomena.
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En los primeros días de enero, España está cubierta de nieve por el temporal ‘Filomena’ mientras que en algunas ciudades de USA, las temperaturas desciendan más cada mañana.
Cuidado de la piel
Cuidar estos días la piel del rostro - principalmente el contorno de ojos y los labios - y de las manos es muy importante, pues son las zonas del cuerpo más sensibles al frío y a lo cambios de temperatura. Para evitar la deshidratación que se da por una menor producción de grasa que ocasiona que la película protectora natural de nuestra piel se vuelve más fina hay que tomar ciertas medidas para que no se presente la sensación de tirantez, enrojecimiento, descamación, hormigueo y picor.
Para proteger la piel en días fríos, sobre todo en rostro y manos, la farmacéutica Rocío Escalante propone, en una entrevista a la agencia Europa Press, unos sencillos consejos :
- Durante la ola de frío es esencial proteger la piel de la deshidratación. Para ello es importante incrementar la hidratación con cremas y aceites. Además de hidratar todas las mañanas, después de la limpieza, aconsejamos rehidratar siempre que se note la piel tirante. Por la noche, después de la limpieza, también hay que hidratar, por ejemplo, en pieles secas, podemos optar por aplicar algún aceite.
- Un par de veces a la semana, conviene utilizar una mascarilla hidratante para dotar a nuestra piel de una hidratación extra muy necesaria durante estos días.
- No olvidar el contorno de los ojos, aplicando una crema específica en esta zona, que al tener una piel más fina, también puede sufrir más los efectos del frío.
- Usar un bálsamo labial para hidratar los labios tantas veces como necesitemos. Si vamos a estar en el exterior, aconsejamos elegir un bálsamo con protección solar.
- En el cuerpo, después de la ducha, conviene aplicar una loción hidratante, ya que, aunque esta piel esté tapada y más protegida del frío, puede también sufrir sequedad. En pieles sensibles y secas, hay que elegir geles de ducha hidratantes.
- Prestar especial atención a las manos que hidrataremos, siempre después de lavarlas.
- Usar protección solar en el rostro si vamos a estar expuestos. El reflejo de los rayos UV en la nieve puede provocar quemaduras en la piel.
- Evitar las fuentes de calor directa: cuando llegamos de la calle congelados, es muy tentador poner las manos en la calefacción, pero debemos evitarlo porque ese contraste de temperaturas es muy dañino para la piel. De igual manera, tampoco conviene abusar de duchas largas con agua muy caliente, porque también pueden provocar deshidratación cutánea. Es mejor ducharse con agua tibia.
- Si se han sufrido irritaciones, hay que aplicar cremas específicas calmantes que nos ayudarán a reparar la barrera cutánea. En casos más graves, lo mejor es consultar con un experto para valorar cada caso.