El doctor Jay Kenneth-Ferraro, profesor de psicología de la Universidad de Purdue, asegura que los detonantes para ser infiel son: la falta de comunicación y la falta de cuidado. (Foto: Pixabay)
El doctor Jay Kenneth-Ferraro, profesor de psicología de la Universidad de Purdue, asegura que los detonantes para ser infiel son: la falta de comunicación y la falta de cuidado. (Foto: Pixabay)

¿Por qué las personas son infieles? | Esta es una gran interrogante que se hacen muchas personas. Es difícil comprender como alguien que tiene una relación estable pueda sentir las ganas de compartir sus días con alguien más y ser infiel. Por esta situación han pasado políticos, actores y muchas otras personas que han terminado afrontado las consecuencias de sus actos, pero ¿por qué tropezaron con esta situación?

A pesar de la contundente creencia que la infidelidad es común en personas inmorales y extremadamente sexuales que quieren tener todo en la vida, la realidad está llena de matices y otras serían las circunstancias que llevan a una persona a ser infiel.

“Tener una aventura, por lo general, es señal de que las cosas con tu actual pareja no están nada bien y su primer escape es involucrarse con alguien más para satisfacer sus necesidades de manera errónea”, explica el doctor Jay Kenneth-Ferraro, profesor de Psicología de la Universidad de Purdue (Indiana, Estados Unidos) a la

El especialista comenta cuáles son las principales razones por las que la gente llega a ser infiel y en general, los detonantes que nos presenta son dos: la falta de comunicación y la falta de cuidado.

¿POR QUÉ SOMOS INFIELES?

La respuesta a esta gran interrogante la tenemos gracias a un estudio científico que fue recogida por la y sin duda, ha dejado sorprendido a más de uno. 

1. El enamoramiento tonto y de mentira

El infiel está con una persona y siente que se enamora de otra. Lo que ocurre en realidad es que la relación primaria está “dormida” y la persona está buscando un romanticismo que siente que ya no tiene, así que comete el error de asumir que ese “algo” solo lo va a encontrar en una aventura. Estas son las tres venturas. 

- Aventuras accidentales
Mucho alcohol o mucha diversión y pocas limitaciones es todo lo que se necesita para caer en una situación impensada y terminar siendo infiel.

- Aventuras de alma gemela
En este tipo de historias nos encontramos con alguien que te dirá algo como “tuve la mala suerte de encontrar a mi alma gemela cuando estaba en otra relación”. Lo que pasa en realidad es que están confundiendo un sentimiento (el de la ilusión) con una realidad (la de encontrar a tu media naranja).

- Aventuras de juventud
Se da en casos en los que la persona se niega a crecer y le invade un pánico repentino que le dice que se le agota el tiempo, que tiene que hacer lo que le dicen sus sentimientos y volver a sentirse vivo. En otras palabras: la crisis de la mediana edad.

2. Las patologías

Por patologías entendemos traumas enterrados en lo más profundo de nuestro ser que nos incapacitan para vivir una relación. De acuerdo a Kent-Ferraro, “estas aventuras tienen todo que ver con la persona infiel y nada que ver con aquellos a los que traicionaron”. Los hay de tres tipos:

- Aventuras narcisistas
Se trata de personas incapaces de sentir empatía y de conectar emocionalmente, que utilizan las relaciones bien como parche para sus vacíos personales o como forma de reafirmar su alta imagen de sí mismos.

- Aventuras sociópatas
Aquí estamos hablando de individuos enfermos que carecen de remordimientos y que no entienden el dolor que causan sus acciones.

- Aventuras de adicción
Hay personas adictas al sexo y hay personas adictas al amor. En ambos casos, es muy difícil que una relación pueda cuajar sin que se cuelen las infidelidades.

3. Malas estrategias y peor desempeño

Nos encontramos en un escenario en que la pareja ya está muy deteriorada y la persona en cuestión no sabe cómo arreglarla. Adopta uno de estos tres acercamientos:

- Aventura pasivo-agresiva
Es la que más escuece de todas, y también la más rastrera. La persona se siente mal cuidada, enfadada y canaliza eso en una infidelidad. De esta forma, siente como que está invalidando completamente a su pareja y le está diciendo “cuídame que me pierdes”.

- Aventura de sabotaje
La persona en esta situación quiere acabar o mejorar la relación, pero no sabe muy bien cómo hacerlo. Casi de forma subconsciente, empieza una aventura con la esperanza de que su pareja le pille y se encargue del trabajo sucio.

- Aventura de venganza
Sucede cuando una de las dos personas ha sufrido algún tipo de daño de parte de la otra, y decide “hacérselo pagar” teniendo una aventura.

4. Negligencia benevolente

La pareja lleva muchos años junta, por lo que ambos se han empezado a dar por hecho, se centran en otras cosas (el trabajo, los niños) y se olvidan de cuidar la relación. El siguiente paso es buscar formas de sentirse vivos, pero lo hacen de forma equivocada.

- Vidas paralelas
Sucede cuando la pareja ha llegado a tal punto de distanciamiento que se convierten en dos compañeros de cuarto más que en una relación.

- Solo amigos
El experto nos recuerda que las mujeres suelen engañar en un intento de buscar amor y compañía, mientras que los hombres buscan sexo. En ambos casos los infieles buscarán lo que creen que falta en su relación en otra persona, bajo la excusa de que necesitan una amistad.

- Foco en los niños
El peligro que viven muchos padres es dejar que los niños o el concepto de familia acabe con su relación de pareja. En la lista de prioridades, el afecto y la intimidad acaban al final de todo, y la relación se deteriora. Si te preguntas por qué las personas son infieles cuando tienen una familia, Kent-Ferraro lo explica de esta forma: “El propósito del engaño es un intento erróneo de satisfacer necesidades legítimas de formas muy ilegítimas”.

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