Una buena rutina de cuidados es clave para lucir una piel saludable. (Foto: Sora Shimazaki / Pexels)
Una buena rutina de cuidados es clave para lucir una piel saludable. (Foto: Sora Shimazaki / Pexels)

Por lo general, solemos confundir piel seca con piel deshidratada. Un error más común de lo que pesamos que conviene aclarar, puesto que, como asegura la farmacéutica Rocío Escalante, “la piel seca es un tipo de piel, como la mixta o la grasa, y la deshidratación es un estado por el que cualquier tipo de piel puede pasar en algún momento”.

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Piel seca y cómo cuidarla

La piel seca tiene diversas características. Tirantez, irritación y en ocasiones se puede observar la descamación e incluso rojeces. Son pieles que carecen de luminosidad y son ásperas al tacto. Las personas con piel seca la notan poco confortable y tirante y necesitan texturas untuosas que les permitan hacer frente a esa sensación de incomodidad. Además, suele presentar arrugas y líneas de expresión marcadas de forma prematura. En invierno sufre mucho por el frío, el viento o la sequedad ambiental provocada por la calefacción.

La limpieza es una agresión para una piel seca, porque el agua puede irritarla, así que hay que evitar los productos que se retiran con agua. Lo ideal es usar limpiadores suaves e hidratantes, como bálsamos y leches limpiadoras. La hidratación es esencial en la seca, y hay que usar cremas que ayuden a reponer lípidos, con ceramidas, principalmente, y todo tipo de cosméticos en los que se especifique que son para piel seca. También es importante utilizar a diario protección solar.

Piel deshidratada y cómo cuidarla

La piel deshidratada es un estado de la piel, que ha perdido agua y eso ocasiona una alteración en la función barrera. La manera de contrarrestar esta falta de agua será con el uso de cosméticos más fluidos que contengan ácido hialurónico, por ejemplo. Existen cosméticos en textura gel que también incorporan ceramidas que ayudan a reestablecer los valores. La piel deshidratada también ha perdido la luminosidad, pero no resulta tan áspera al tacto, como la seca, y tampoco presenta esa sensación de incomodidad tan evidente.

La piel deshidratada al ser una alteración se puede corregir con una buena rutina de cuidados. Lo esencial es reponer la función barrera, con cremas que tengan activos que hidraten y eviten esa pérdida de agua. Además, es aconsejable usar una vez a la semana una mascarilla hidratante. Ojo, hay que usar cremas hidratantes pero que sean específicas para cada tipo de piel. Es decir, en una piel grasa/mixta hay que elegir siempre productos oil free y no comedogénicos, porque hay que hidratar sí, pero no aportar grasa a la piel.

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