Plato blanco. (Foto: Pexels)
Plato blanco. (Foto: Pexels)

Además de proporcionar un lienzo en blanco para tus comidas, los platos blancos también son un indispensable en el hogar por su aspecto limpio y vanguardista. Por lo tanto, cuando aparecen manchas rebeldes, como resultado del envejecimiento, el desgaste o ciertos alimentos como la salsa de tomate, pueden perder parte de su atractivo. Hoy en Mag te damos algunos de hacer que vuelvan a su color original.

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Con el paso del tiempo, los restos de comida pueden manchar profundamente la vajilla y éstas pueden ser bastante difíciles de quitar solamente con un lavado común. Dependiendo de la intensidad de la mancha y del tipo de vajilla se pueden usar diferentes para quitarlas definitivamente:

Bicarbonato para manchas en platos blancos

Ya sea que esté lidiando con marcas de rozaduras de metal o manchas profundas, un poco de bicarbonato de sodio puede ser la solución. Espolvorea una cantidad decente de bicarbonato de sodio en la superficie del plato o plato, luego agregue unas gotas de agua. Mézclalo, extiéndelo en una capa uniforme sobre el plato y déjalo reposar durante unos minutos. Finalmente, use un paño para fregar las manchas hasta que desaparezcan.

Cremor tártaro para manchas en platos blancos

¿No tienes bicarbonato de sodio en casa? Puede usar la misma técnica descrita anteriormente usando crema de tártaro en su lugar. El cremor tártato es un compuesto denominado bitartrato potásico o también llamado sal ácida.

Pasta dental para manchas en platos blancos

Imagina que tu plato blanco manchado es un diente gigante. Toma un cepillo de dientes limpio, aplica un poco de pasta de dientes que contenga bicarbonato de sodio y cepilla la superficie. Agregue más pasta de dientes según sea necesario a medida que avanza. Cuando las manchas hayan desaparecido, enjuague bien el plato.

Agua oxigenada para manchas en platos blancos

Para las manchas que se niegan a moverse, es posible que deba adoptar un enfoque a más largo plazo. Una opción es encontrar un recipiente con una tapa que sea lo suficientemente grande como para que su plato quede completamente sumergido y luego agregar tanta agua oxigenada como sea necesario para cubrirlo. Luego coloque la tapa en el recipiente, déjelo toda la noche y revíselo por la mañana.

Si la mancha sigue ahí, mantén el plato en el recipiente hasta que desaparezca y agrega más agua oxigenada según lo necesites. El proceso podría tomar de dos a cuatro semanas para las manchas especialmente difíciles, pero en el lado positivo, no se requiere esfuerzo.

¿Este truco casero te pareció interesante y aprendiste un poco más sobre la limpieza y el cuidado de tu hogar sin invertir mucho dinero? Como este ‘hack’, hay otro tipo de utilitarios que serán de tu agrado. Te invitamos a conocerlos y ponerlos en práctica. Para ello, para más trucos caseros en Mag, y listo. ¿Te animas?

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