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Mario Broncano: la eterna promesa del box peruano que pudo ser campeón del mundo

En la década de los ochenta, un joven Mario Broncano era considerado una promesa del boxeo en el Perú tras acumular varias peleas ganadas hasta coronarse campeón sudamericano. Pero, cuando la fama lo envolvió, también lo hizo el alcohol y las drogas. Dejó de ser el púgil que alcanzaría la fama, para convertirse en el ejemplo de lo que no se debe seguir. De los malos ejemplos también se aprende en la vida.

Cuando apenas tenía doce años fue internado en Maranguita, acusado de robo. Poco después, en aquel centro de menores, hizo su debut en el boxeo. "Estábamos en la Bombonera un día viendo una exhibición de unos chicos y vimos a Mario Broncano, tenía técnica, se iba para los costados, arriba, ganchos, jabs", cuenta el comentarista Kike Perez en el documental Vidas Secretas.

Luis Oliveros, entrenador de Mario Broncano de aquel entonces, lo llevó a La Bombonera para que disputará su primera pelea oficial. Fue por el recordado campeonato interbarrial Guantes de Oro en 1984. Su rival tenía cuatro años más que él, una trayectoria de 45 peleas, pero eso no amilanó a Broncano, quien le ganó por nocaut en apenas 45 segundos. Una verdadera promesa del boxeo.

Mario Broncano dominaba el boxeo, pero no los vicios. Fue precisamente en Maranguita donde consumía drogas como terokal o pasta básica de cocaína. En 1985 fue preseleccionado para participar en los Juegos Bolivarianos, pero debido a que se escapó de la concentración para visitar a sus secuaces fue desembarcado del equipo. Tras ello, intentó suicidarse bebiendo kerosene. 

A pesar de ese sombrío capítulo de su vida, Mario Broncano pudo derribar a la adversidad más de una vez, un día incluso llegó a coronarse campeón continental. Sucedió en julio de 1987, cuando tenía 19 años de edad y se convirtió en el flamante campeón sudamericano amateur en la categoría peso gallo. "Lo saqué en 25 segundos, casi lo mato. El último gancho que le metí, no lo agarré bien porque sino...", contó aquel entonces en declaraciones a la prensa.

Mario Broncano en el mítico local de La Bombonera. (Archivo El Comercio)
Mario Broncano en el mítico local de La Bombonera. (Archivo El Comercio)

En 1988 estuvo a punto de viajar a las Olimpiadas de Seúl representando al Perú, pero varios robos a mano armada los hicieron deshacer las maletas. En vez de viajar a Corea del Sur, fue ingresado al Penal de Lurigancho en dos ocasiones, ambos por el delito de robo. Tras ello, Mario Broncano tuvo dos hijos, Ernesto y Carmen, con Rosa Castro Gonzáles, su mujer de toda la vida.

En febrero de 1997, entre la trifulca de un robo a un vendedor de frutas, perdió el ojo izquierdo y con el toda posibilidad de volver al boxeo. "Ese día Mario Broncano estaba un poco ebrio, quiso agarrar una fruta y él dueño agarró un palo de un cajón de fruta. Le mandó un palazo, se desmayó y cuando se levantó en el hospital no tenía un ojo", cuenta uno de los amigos del exboxeador. Un ídolo que terminó siendo barro. 

- Lucha Cuculiza recuerda cuando lo conoció- 

La excongresista Luisa María Cuculiza reveló en declaraciones dadas en setiembre del 2018 al programa Beto a Saber que siempre supo que Mario Broncano sería boxeador. "A todo el mundo se noqueaba, tenía una fuerza brutal, si hubiera sido disciplinado sería campeón del mundo, pero ahí lo tienes, limpiando carros en Magdalena sin un ojo, porque un frutero lo golpeó cuando le robó".

"Mario Broncano es un muchacho que nació impulsivo, dicen que la gente no nace violenta, pues sí nace violenta. En una semana era un santo y cuando advertía mi presencia me decía: 'mamá Lucha por si acaso no he hecho nada'. Ya se anticipaba a que no había hecho nada cuando en realidad había hecho bestialidad y media. Los metía a los chicos de cabeza al water", contó la excongresista.

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