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Lai Runci practica cada día y parece una verdadera golfista cuando le pega con fuerza a la bola a la salida del 'tee'. Pero solo tiene seis años. Otra niña, Lai Yiyan, ha ganado ya tantos torneos que ha perdido la cuenta. Tiene nueve años. Ambas son una muestra del auge que vive el golf en China, donde una armada de niños sueña con ser el futuro Tiger Woods, en un país en el que este deporte estuvo prohibido en la época de Mao Zedong porque era "para millonarios".

El golf volvió a ser autorizado en los años 1980, pero con la llegada al poder del actual presidente Xi Jinping las autoridades cerraron en los últimos años numerosos campos de golf, sinónimos de corrupción y de estilos de vida extravagantes. Nada de ello parece afectar a un grupo de niños y niñas, de entre 6 y 10 años, vestidos de manera elegante, que compiten en el Dragon Lake Golf Club de Guangdong (sur), la región considerada como la cuna del golf en China.

- ¿Estrellas en formación? -

Mientras sus padres y abuelos tomaban el té o un café en el club, decorado con motivos españoles, y discutían sobre el futuro del futuro de los niños en las mejores universidades del país, estos demostraban un estilo digno de profesionales en el campo, que fue fundado hace 18 años.

Lai Yiyan ha ganado ya tantos torneos que ha perdido la cuenta. Tiene nueve años. (Foto: AFP)
Lai Yiyan ha ganado ya tantos torneos que ha perdido la cuenta. Tiene nueve años. (Foto: AFP)

Yiyan, que también utiliza el nombre más occidental de 'Yvonne', logró la victoria en su categoría con un total de 42 golpes para completar 9 hoyos, aventajando a la segunda clasificada en más de ocho golpes. Equipada de una gorra roja y gafas de sol, Yiyan practica cinco veces por semana. "Cuando sea mayor me gustaría ser golfista profesional", dice Yiyan, que con su confianza, habilidad y su vestimenta parece ya una estrella de este deporte.

Su abuela Zong Jinyong, que la mira para darle su aprobación, viste también una gorra y un traje de golf en el que se distingue la bandera de China. "Cuando era joven no supe lo que era el golf. Solo lo supe a partir de 2002", dice Zong, subrayando que las generaciones anteriores de chinos crecieron desconociendo absolutamente este deporte.

La Federación de Golf de China contaba solo con 400 golfistas juniors afiliados en 2013, pero el número creció hasta 35.000 a finales del año pasado y se espera llegar a los 100.000 en un plazo de cinco años.

- Gran competencia -

El número de golfistas profesionales chinos crece tanto en los circuitos masculinos como femeninos y el año pasado Feng Shanshan se convirtió en la primera mujer del país asiático en llegar a número uno mundial. Charles Wu, director general del Dragon Lake Golf Club, que abrió sus puertas en 2004 a niños y adultos, habla con reservas sobre el estado del golf en China, enfatizando que su objetivo no es instalarse en la élite.

Lai Runci practica cada día y parece una verdadera golfista cuando le pega con fuerza a la bola a la salida del 'tee'. Pero solo tiene seis años. (Foto: AFP)
Lai Runci practica cada día y parece una verdadera golfista cuando le pega con fuerza a la bola a la salida del 'tee'. Pero solo tiene seis años. (Foto: AFP)

"Aquí se fomenta el golf entre los jóvenes porque nuestro club siempre ha considerado el golf como un deporte", dice Wu, precisando que los costes de la práctica de esta disciplina están disminuyendo, aunque sigue estando solo al alcance de los ricos en China. Wu admite que hacer jugar todos los días al golf a una niña de 6 años puede molestar a muchos, pese a que la pequeña Runci, que como otros muchos es extremadamente tímida, parece disfrutar.

¿Por qué muchos padres empujan a sus niños a jugar a diario a edades tan tempranas?: "Solo hay un motivo... En China hay demasiada gente", asegura este responsable. "Tienes un (gran) desafío a la misma edad: un millón, dos millones, 10 millones (de rivales). ¿Cómo puedes llegar (a ser) número uno?"

- "Ser como Tiger" -

Wu se pregunta si una niña como Runci debería jugar todos los días. "Normalmente, un niño de seis años se acuesta a las 8-9 de la noche, pero ellos no salen del campo de golf hasta las 11 de la noche, dice sobre los pequeños que practican en su club. "Para un occidental es un 'milagro' chino, porque no puede dejar a su hijo jugar al golf hasta las 11 de la noche y que no esté durmiendo", añade.

"Los niños chinos pueden hacerlo porque están dispuestos a aceptar este tipo de educación". La última palabra debería corresponder a Runci, si no fuera porque es muy callada. Cuando se le pregunta si tiene otras aficiones aparte del golf, ella niega con la cabeza.

La niña está triste porque acabó segunda en su categoría, con su padre mirándole. Cuando se le pregunta qué quiere ser de mayor, surge del fondo la voz de una mujer: "Ser una estrella como Tiger Woods".

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