En esta temporada navideña, colores y formas de estrellas invaden los mercados y calles de Ciudad de México, representadas en las piñatas.

En esta temporada navideña, colores y formas de estrellas invaden los mercados y calles de Ciudad de México, representadas en las piñatas.

El origen de las piñatas se remonta a los antiguos mayas y aztecas, quienes practicaban un juego que consistía en romper una olla de barro que se balanceaba por medio de una cuerda, llevando los ojos vendados. Al romperlas, el contenido significaba el derrame de la abundancia o favores concedidos por los dioses. Posteriormente, en la colonización, la piñata adquirió un sentido religioso en el trabajo evangelizador.

En nuestros días, la piñata es símbolo de fiesta y alegría.

"La piñata supuestamente son los 7 pecados, que son siete picos que lleva la piñata, pero ya en la actualidad ya la gente pues ya es raro que pida de siete picos ¿no? Yo las hago de 9 picos", comentó Jaime Estrella, fabricante de piñatas.

Su elaboración consiste en vestir un globo con papel periódico, mojado con engrudo. Una vez endurecida la base, se colocan los picos distribuidos por toda la circunferencia. Y se forra con papeles multicolores, y algunos detalles. La piñata está lista para ser rellenada de dulces, juguetes y fruta de temporada.

La fabricación de piñatas se ha transmitido de generación en generación.

"Mi abuelo fue el que inició hace más de 20 años. Él decidió igual una temporada navideña empezar a fabricar lo que es piñata de estrella, y desde esa fecha ya ha surgido lo que son los hijos, y ahora en este caso, yo, el nieto, para poder continuar este hermoso trabajo", cuenta José Ahumada Estrella, fabricante de piñatas.

Las piñatas acompañan desde este 15 de diciembre las posadas navideñas por todo el territorio mexicano. Esta tradición mexicana ya se replica en otros países del mundo.

Con información de Xinhua

TAGS RELACIONADOS

Contenido sugerido

Contenido GEC

No te pierdas