Una castillo abandonado. | Imagen referencial: Grace Zhu / Unsplash
Una castillo abandonado. | Imagen referencial: Grace Zhu / Unsplash
Rodolfo Huamán

Si vives en el Reino Unido, con un dólar te puedes movilizar en tren, comprarte una soda o un snack, pero también adquirir una edificación. Sí, así como lo estás leyendo. Un hombre de Brockham, una localidad situada en el condado de Surrey, se hizo dueño de un castillo en ruinas por ese valor y aseguró que será de beneficio público para futuras generaciones.

Su nombre es Martin Higgins, de 60 años, y sabe cómo “invertir” bien su dinero o, al menos, eso dejó claro. El hombre de Surrey compró el castillo de Betchworth por el valor de solo una libra, que equivale lo mismo en dólares, después de que el consejo legal se negara a preservarlo.

Su gusto por este castillo no es de ahora, sino cuando era niño y varios de su edad solían invadir allí. De acuerdo al portal , el castillo aparece en el Domesday Book, la lista de Guillermo ‘El Conquistador’, y posiblemente remonta a la Edad del Hierro.

Siguiendo con la historia, el rey Eduardo I se quedó con Betchworth antes de que sus propietarios lo dejaran caer deliberadamente en una ruina.

Si bien el gobierno británico impidió que el ayuntamiento fuera derribado, el consejo se negó a preservarlo y simplemente se convirtió en un campo de golf olvidado.

Martin al rescate

¿Qué hizo Martin Higgins? Al conocer que el consejo se negó a preservar el castillo, el hombre de 60 años les hizo una oferta. “Dije: ‘Te diré algo, te lo compraré por £ 1 y lo haré yo mismo’”, así lo reveló para .

“Al finalizar, en febrero de 2012, no obtuve exactamente las llaves del castillo, pero sí la llave de un candado para las rejas que lo rodean”, precisó el hombre. Rápidamente corrió el rumor en el condado y le empezaron a llamar el ‘dueño del castillo’.

Futuras generaciones

Si bien al principio el único gasto que hizo fue de un dólar, más tarde, Higgins le admitió a su esposa que había invertido 36 mil dólares en reparaciones, principalmente en las paredes y marcos de las ventanas.

Actualmente, el castillo atrae a 28.000 visitantes al año y Martín afirma sentirse orgulloso de la compra porque impidió que lo derrumbaran y, sobre todo, será beneficioso para futuras generaciones.