Diez alumnos de la Universidad Tecnológica de Tennessee fabricaron las prótesis especiales para Aubrey Sauvie, una talentosa baterista de 12 años.
En la pequeña ciudad de Cookeville, Tennessee, Estados Unidos, un grupo de estudiantes universitarios ha logrado algo verdaderamente extraordinario. Han creado unas prótesis impresas en 3D que cambiarán la vida de Aubrey Sauvie, una joven baterista de tan solo 12 años. Nacida sin extremidades inferiores a los codos y con un pie sin dedos, Aubrey ha desafiado todas las expectativas, demostrando que no hay límites para sus sueños.
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Desde competir en baile hasta obtener un cinturón negro en Taekwondo, Aubrey siempre ha buscado superar cualquier obstáculo. Su pasión más reciente era la música: tocaba la batería en la banda de su escuela secundaria, desafiando las expectativas con cada golpe.
Pero la búsqueda de la calidad de sonido perfecta la llevó a enfrentar dificultades. “Los palillos solían resbalar, y no podía obtener el sonido firme que quería”, explicó Aubrey a News Nation.
Fue entonces cuando su maestro de banda recomendó a Aubrey para el programa Tech Engineering for Kids de la Universidad Tennessee Tech. Diez estudiantes de ingeniería mecánica se entusiasmaron con el desafío de crear prótesis 3D personalizadas especialmente diseñadas para su pasión: la batería.
“Nos preguntamos: ¿cómo vamos a asegurar los palillos? ¿Podrá tocar otros instrumentos además de la batería?”, dijo Zakary Henson, uno de los estudiantes involucrados en el proyecto.
Después de semanas de planificación y múltiples pruebas en impresoras 3D, los estudiantes lograron crear una prótesis que no solo era durable y flexible, sino que también mejoraba significativamente la calidad del sonido de Aubrey.
“Ver cómo encajaba en su brazo y cómo mejoraba su capacidad para tocar fue increíble”, expresó Micah Page, otro estudiante del equipo.
La dedicación y el entusiasmo de los estudiantes no pasaron desapercibidos para Aubrey, quien encontró en las prótesis no solo una herramienta para mejorar su técnica, sino también una fuente renovada de esperanza y motivación.
“Me dieron el sonido que esperaba y mucho más”, dijo Aubrey. “Su determinación y entusiasmo me inspiraron profundamente”.
Ahora, con las nuevas prótesis, Aubrey planea expandir su repertorio musical y seguir desafiando límites. Además, el programa Tech Engineering for Kids planea ayudar a más niños y familias con necesidades similares en el futuro cercano, asegurando que historias como la de Aubrey continúen inspirando y empoderando a otros.
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