Los jóvenes que a sus 35 años ya son abuelos: "la mayoría de la gente no nos cree". (Foto: Jenni Medlam / Facebook)
Los jóvenes que a sus 35 años ya son abuelos: "la mayoría de la gente no nos cree". (Foto: Jenni Medlam / Facebook)

Jenni Medlam, de 34 años, y su esposo Richard, de 35, acaban de convertirse en los abuelos más jóvenes del tras el nacimiento de Isla, su nieta. Para ellos, el salir a pasear por las calles de Hull y ser confundidos con los padres de la pequeña se ha convertido en algo habitual.

“Cuando salimos con Isla, todo el mundo asume que es hija mía y de Richard. Y cuando les explicamos que en realidad somos sus abuelos, se llevan el susto de su vida”, contó la mujer en conversación con el medio británico .

Jenni explicó que dio a luz a Charmaine, su hija, cuando tenía 17 años. Su pareja de aquel entonces decidió no apoyarla, la relación no funcionó y terminaron separándose. Algunos años después, la mujer conoció a Richard, quien educó a la niña como si fuera suya y a quien ella admira como figura paterna.

Cuando Charmaine les contó por primera vez a sus padres que estaba embarazada a sus 16 años, Jenni, que en ese entonces tenía 33, admitió que se quedaron “muy sorprendidos por la noticia”; sin embargo, prometió apoyarla: “Yo soy ‘Nanna’ y Richard es ‘Grandpa’. Ser abuelos jóvenes significa que tienes más tiempo para amar a tu nieto y más tiempo para apreciarlo”, dijo. “Y puede que incluso tengamos bisnietos”.

Jenni, quien además tiene otras dos hijas de 13 y 10 años, recordó que cuando fue madre por primera vez no contaba con una red de contención que la ayudara a atravesar la maternidad. Por ello, no quería que su hija tuviera la misma experiencia y le dijo que la apoyaría en todo lo que necesitara.

“Sabía exactamente cómo se sentiría Charmaine al tener que decirle a su madre que estaba embarazada. Pero le dije que era su cuerpo y su decisión, y que la apoyaría de cualquier manera”, expresó.

Ahora, toda la familia, incluyendo a la pareja de Charmaine, con quien lleva ya dos años de relación, vive bajo un mismo techo. De vez en cuando, los abuelos se dan el tiempo de cuidar a la pequeña Isla para “darle un respiro” a su hija. “Nos unió aún más. Y a mis otras hijas les encanta tener una bebé en casa y les fascina tener una sobrina”, dijo Jenni.

La mujer aprovechó la oportunidad para manifestar que las madres adolescentes suelen ser estereotipadas, pero insistió en que tener un bebé no significa que la vida haya terminado.

“Charmaine me ha visto trabajar y salir adelante mientras la criaba. Así que sabe que es posible. Ella quiere ir a la universidad y estudiar belleza. Hay un estereotipo sobre las madres adolescentes que no me parece justo porque puedes seguir disfrutando de tu vida y conseguir lo que quieras aunque tengas un bebé siendo joven. Me alegro de poder mostrar a mi hija que todo puede seguir funcionando de la misma manera”, concluyó.

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