"Tokyo Drift" fue dirigida por Justin Lin y protagonizada por Lucas Black, Bow Wow, Sung Kang, Nathalie Kelley y Brian Tee (Foto: AFP)
"Tokyo Drift" fue dirigida por Justin Lin y protagonizada por Lucas Black, Bow Wow, Sung Kang, Nathalie Kelley y Brian Tee (Foto: AFP)

“The Fast and the Furious: Tokyo Drift” (“Reto Tokio” en español) debía ser la tercera y última película de “Rápidos y furiosos” (”Fast and Furious”). Sin embargo, en lugar de sellar el final, marcó un antes y después en la famosa ‘”Fast Saga”.

Dirigida por Justin Lin y protagonizada por Lucas Black, Bow Wow, Sung Kang, Nathalie Kelley y Brian Tee, por no seguir directamente los acontecimientos de las dos primeras entregas. De hecho, cronológicamente, se ubica al inicio de “Furious 7” (2015), a pesar de haber sido estrenada en 2006.

Aun así, la película es tan importante como las otras entregas. La historia se centra en el adolescente Sean Boswell (Black), que luego de destruir su auto en una carrera callejera es enviado a vivir con su padre en Japón, donde se sumerge en el mundo de las carreras ilegales de Tokio y donde conoce a Han Lue (Kang).

Dirigida por Justin Lin y protagonizada por Lucas Black, Bow Wow, Sung Kang, Nathalie Kelley y Brian Tee, “Tokyo Drift” es considerado el primer spin-off de “Rápidos y furiosos” (Foto: AFP)
Dirigida por Justin Lin y protagonizada por Lucas Black, Bow Wow, Sung Kang, Nathalie Kelley y Brian Tee, “Tokyo Drift” es considerado el primer spin-off de “Rápidos y furiosos” (Foto: AFP)

En torno a esta película existe una historia relacionada a Justin Lin. Y es que el director del filme violó una ley japonesa por grabar y estuvo a punto de terminar encerrado en la cárcel. ¿Qué pasó realmente? A continuación todos los detalles al respecto.

LA VEZ QUE JUSTIN LIN VIOLÓ LA LEY PARA GRABAR TOKYO DRIFT

Cuando “Tokyo Drift” todavía estaba en desarrollo, Justin Lin quería filmar en Tokio para obtener el aspecto y la sensación auténticos de la ciudad. El director tenía la vista puesta en Shibuya, uno de los lugares más concurridos de Tokio. Su idea era tener una secuencia con un grupo de corredores callejeros a través de la sección transversal.

Con lo que no contaba Lin es que conseguir un permiso para una película en Tokio es de las cosas más difíciles en el país asiático, sobre todo si se trata de extranjeros. Sabiendo eso, el director se arriesgó y continuó con la filmación sin el permiso apropiado. La decisión que tomó derivó en un arresto, pero Universal Pictures estaba preparado para la situación.

Cuando “Tokyo Drift” todavía estaba en desarrollo, Justin Lin quería filmar en Tokio para obtener el aspecto y la sensación auténticos de la ciudad (Foto: Universal Studios)
Cuando “Tokyo Drift” todavía estaba en desarrollo, Justin Lin quería filmar en Tokio para obtener el aspecto y la sensación auténticos de la ciudad (Foto: Universal Studios)

El estudio era muy consciente de la dificultad de adquirir permisos de cine en Japón; de hecho, la mayoría de las películas ambientadas en la ciudad se graban en otros lugares y en la edición se hace que se parezcan a Tokio. Desde la película de “007: You Only Live Twice” (1967) las leyes y regulaciones se han vuelto más estrictas. El proceso es costoso y frustrante, por lo que las películas ambientadas en la capital japonesa raras veces son auténticas.

Lin no contaba con mucha experiencia cinematográfica, por lo que se arriesgó. Aun así, Universal contrató a un joven para reemplazar al director por si surgían problemas. Dicho y hecho, poco después de iniciar el rodaje de prueba la policía expulsó a todos los trabajadores de la producción de la zona. Cuando la policía intentó arrestar al director, el chico afirmó que era Justin Lin y pasó una noche en la cárcel.

Finalmente, el director logró obtener algunas imágenes, pero la mayoría de la secuencia de Shibuya se creó a través de efectos especiales. En cuanto al resto de “Tokyo Drift”, la mayoría de la película se filmó en Los Ángeles, California.

“The Fast and the Furious: Tokyo Drift” debía ser la tercera y última película de “Rápidos y furiosos”. Sin embargo, en lugar de sellar el final, marcó un antes y después (Foto: Universal Studios)
“The Fast and the Furious: Tokyo Drift” debía ser la tercera y última película de “Rápidos y furiosos”. Sin embargo, en lugar de sellar el final, marcó un antes y después (Foto: Universal Studios)

¿CÓMO “TOKYO DRIFT” SALVÓ LA FRANQUICIA?

En 2001, tras el estreno de la primera película de ”, su sorpresivo éxito atrajo la atención de la industria. Como recaudó US$ 207 millones con un presupuesto de apenas US$ 38 millones, Universal Pictures encontró la oportunidad de expandir la marca y hacerla aún más rentable, con Vin Diesel y Paul Walker a la cabeza.

Sin embargo, para la secuela “2 Fast 2 Furious”, Vin Diesel decidió no repetir su papel de Dom Toretto, siendo reemplazado por Tyrese Gibson al lado de Walker. Cuando llegó el momento de realizar la tercera entrega, “Tokyo Drift”, ninguno de los actores originales regresó, y fueron Lucas Black, Bow Wow y Sung Kang los que llevaron las riendas de la trama.

La película no resaltó en taquilla, recaudando solo $ 158 millones de un presupuesto de $ 85 millones. Es entonces que Universal Pictures empezó a reconsiderar una nueva entrega con bajo presupuesto y directo a DVD, poniéndole fin a la franquicia.

Pero las cosas cambiaron con el cameo de Vin Diesel. El actor realizó una aparición al final de la película con una condición: que reciba los derechos de “Riddick”, la saga de ciencia ficción para la que siempre había deseado desarrollar una secuela. El acuerdo fue positivo, el cameo de Dominic Toretto fue un gran éxito y es así que Universal decidió producir una secuela con el reparto original, incluido Diesel.

Si bien “Tokyo Drift” no obtuvo los resultados que querían, Universal, en todos los sentidos, estaba satisfecho con el trabajo del director Justin Lin en la película, y continuaría dirigiendo las siguientes tres entregas, así como la novena y décima entrega. Además de Vin Diesel, Paul Walker, Michelle Rodríguez y Jordana Brewster regresaron para la cuarta película, titulada , que solidificó el estado de la franquicia como un éxito de taquilla.

Lucas Black interpreta a Sean Boswell en “The Fast and the Furious: Tokyo Drift” (Foto: Universal Pictures)
Lucas Black interpreta a Sean Boswell en “The Fast and the Furious: Tokyo Drift” (Foto: Universal Pictures)

A los ojos de los fanáticos, “Tokyo Drift” es visto como un clásico de culto dentro de la saga, ya que su conflicto principal es de apuestas considerablemente más bajas que los atracos épicos y las secuencias de acción de gran éxito que vendrían en las secuelas de Lin. Además, el personaje Han de Sung Kang se convirtió inmediatamente en uno de los héroes de la franquicia, lo que lo llevó a su sorpresivo regreso en “F9”. Es así que la tercera película es considerada un capítulo esencial en la gran ‘Fast Saga’ y, además, allanó el camino para que se convirtiera en una de las franquicias más grandes de todos los tiempos.

ORDEN CRONOLÓGICO DE LA SAGA DE “FAST AND FURIOUS”

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  • THE FAST AND THE FURIOUS: TOKYO DRIFT
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