Una mujer del sur de California ha compartido abiertamente el desafío que enfrenta a diario para mantener a flote una familia numerosa de 14 hijos. Sarah Wolfgramm, de 48 años, se las arregla para cubrir las necesidades básicas de todos sus seres queridos, incluyendo comida, ropa y servicios, además del pago de su hipoteca. Para ella, mantener la casa en orden implica una constante búsqueda de ofertas y la utilización de su propio negocio de catering para acceder a alimentos al por mayor. Su testimonio, prueba de su gran dedicación e ingenio para administrar recursos limitados, ha causado asombro en las redes sociales.
En conversación con el medio SWNS, la madre reveló que, cada mes, gasta $2,700 en su hipoteca, $1,200 en alimentación, $2,000 en facturas y unos $400 en artículos de primera necesidad. “Necesitamos un mínimo de 6.000 dólares al mes para mantener la casa”, señaló.
Sarah y su esposo Haini, de 56 años, tienen 10 hijas: Eve, 27, Isabella, 24, Tihané, 23, Nora May, 18, Hazel, 17, Mary, 13, Vaké, 11, Sariah, que murió en 2014 en 3 meses, Lynnae, 8 y Joy, 6. El hombre, por su parte, también tiene cuatro hijos: Heinrich, 26, Abraham, 21, Maikeli, 20 y Wesley, 15.
Los Wolfgramm, juntos desde hace 30 años, siempre soñaron con tener una familia numerosa. Aunque la pérdida de su hija Sariah en 2014, debido al síndrome de muerte súbita del lactante (SID) los sacudió profundamente, la llegada de su “bebé arcoíris”, Lynnae, y luego de Joy, les recordó el valor de la vida y la esperanza que aún guardan en sus corazones.
La clave para manejar sus finanzas: ahorrar lo máximo posible
A pesar de las dificultades, la familia ha encontrado formas creativas de administrar su hogar. Viven en una casa de seis dormitorios y tres baños junto con los padres de Sarah, Carl Knapp, de 74 años, y Lynn Knapp, de 73.
“Contamos con un gran recurso de familiares (tías, tíos y primos) que siempre están felices de ayudar”, confesó la madre, que tiene ya a tres de sus hijos viviendo de forma independiente.
“La casa es una máquina muy bien engrasada y mi hija mayor tiene la función autoproclamada de mantener a todos a raya”, afirma. “Cada mes, a cada niño se le asigna una tarea en la casa que debe realizar y que rota para que todos prueben cosas diferentes. Pero obviamente, si noto que es necesario hacer algo, lo haré”.
Educando a sus hijos en casa, Sarah encuentra tiempo para preparar la cena todas las noches y manejar las finanzas del hogar con cuidado.
“Solo hago una comida al día. En la cena, lo dejo todo en la encimera y los niños pueden tomarlo cuando quieran”, explicó. “Hay que seguir el flujo y reflujo de quién necesita qué. Nunca funciona según lo planeado; sólo hay que hacerlo un día a la vez”.
En cuanto a las finanzas, los hijos mayores se hacen cargo de sus propios teléfonos, y si desean algo que no esté dentro del presupuesto, como una prenda de vestir, se lo pagan ellos mismos.
Para Sarah, quien gasta más de 70 mil dólares al año solo para cubrir las necesidades básicas de su familia, la clave está en ser ahorrativo a la hora de comprar ropa y alimentos con descuento a precios de mayorista.
“Tu familia es tu tesoro y cuando empiezas a ver riqueza en la familia, es fácil”, concluyó.
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