Redacción Mag

Hermosa e inspiradora historia. Cuando la familia de Roscoe lo dejó en una casa abandonada, trató de mantener el ánimo. Ataron al pequeño perro a una caja con paja para que se mantenga caliente y lo visitaron una vez por semana para dejarle un poco de comida. Incluso cuando se le acabó la comida y el agua, el can creyó que alguien vendría por él, algún día. Su historia se ha vuelto a través de .

Pero cuando comenzó a caer una fuerte nevada en el sur de Illinois, Estados Unidos, la semana pasada, el perrito se dio cuenta de que no podría pasar la noche. Afortunadamente, alguien llegó para salvar al cachorro.

El sábado, un ciudadano preocupado llamó al Control y Refugio de Animales del Condado de Effingham para informar la situación de Roscoe. La oficial Vanessa Skavlem y la guardiana Michelle Shoot sabían que tenían que moverse rápido para salvar la vida del perrito.

“Nos llamaron porque había nevado la noche anterior, y para el sur de Illinois, había una gran cantidad de nieve y mucho frío”, dijo Skavlem a The Dodo. Estaba temblando al borde de la muerte porque pesaba menos de 5 kilos”.

Tan pronto como Roscoe vio a Skavlem y Shoot salir del auto, supo que finalmente estaba a salvo. “Estaba tan feliz de vernos que salió corriendo”, dijo Skavlem.

Envolvieron a Roscoe en una manta y lo metieron en el auto. Cálido por primera vez en semanas, Roscoe no pudo contener su alegría: “Estaba tan feliz, se notaba”, agregó Skavlem. “Simplemente se quejaba una y otra y otra vez”.

Después de compartir el almuerzo de galletas y paté de sus rescatistas, el cachorro finalmente se relajó en los brazos de Shoot con una gran sonrisa en su rostro.

Fue en ese momento que Skavlem tomó una foto del cachorro aliviado, que publicó en Facebook con el título: Así es la felicidad cuando rescatas a un perrito de morir bajo una intensa nevada”.

Ahora en el refugio, Roscoe pasa cada día seguro y cálido. “Tenemos un ambiente caluroso allí, y él tiene todas sus pequeñas prendas”, dijo Skavlem. “Cuando entra a la oficina, está tan feliz que se menea y salta sobre ti”.

Roscoe todavía ladra de felicidad, como el día en que fue rescatado, especialmente cuando sus rescatistas están cerca. “Hace este adorable gemido que es casi como si estuviera hablando contigo”, dijo Skavlem. “Sabes, se siente como si tuviera emociones y está agradecido”.

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