VIDEO VIRAL | La mamá de 29 años no podía creer que su hija abriera su corazón a su mamita. (Foto: @mamajenisse/TikTok)
VIDEO VIRAL | La mamá de 29 años no podía creer que su hija abriera su corazón a su mamita. (Foto: @mamajenisse/TikTok)
Redacción MAG US

Jenisse Palacios es una mujer de 29 años quien ha vivido uno de los momentos más hermosos como madre cuando Julianna, su hija con autismo, se atrevió a abrir su corazón para decirle “te amo” por primera vez, provocando emocionadas lágrimas que fueron capadas en video y no tardaron para .

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Nuestra protagonista vive en Texas, , y confiesa que a su pequeña, debido a su condición, le cuesta mucho interactuar con los demás, por lo que escucharla siendo tan íntima la hizo llorar de felicidad.

“Le digo que la amo todos los días y espero escucharlo en alguna ocasión. Creo que ella sabía que necesitaba escucharlo... ella también muestra amor al darte su frente. Eso significa que te está permitiendo que le des un beso en la frente”, contó Jenisse al New York Post.

Mira aquí el video viral

El video viral, compartido desde su cuenta @mamajenisse viene acumulando poco más de 4 millones de vistas, en cuya caja de comentarios recibió la empatía como el apoyo masivo de su comunidad.

“Cómo le temblaron las manitas, me sacaron unas lágrimas. Te ama tanto y está aprendiendo a decirlo”, “es lo más hermoso que hay”, “todas pasamos por lo mismo”, “me alegro muchísimo, qué hermosa nena”, “y que lo digas mil veces de nuevo”.

Al recordar todo el amor que recibió después de su publicación, Jenisse reflexionó: “muchas personas mencionan llorar al ver el video, otras comentaron que soy una buena madre... esos comentarios me emocionan mucho porque es todo por lo que me esfuerzo por ser”, sentenció.

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Brooklyn estaba lista y vestida para la actuación de su escuela en Macon, Georgia (Estados Unidos). No faltaba nada para comenzar su rutina, pero el nerviosismo se hace presa de la pequeña quien solo atina a preguntar: “¿Dónde está papá?”, la instructora dice que no lo sabe, ante lo cual la niña se niega a iniciar. “Papá ¿puedes saludar?”, pregunta al público en el auditorio y solo cuando logra verlo su rostro dibuja una tierna como inocente sonrisa. Ahora estaba lista para deslumbrar a todos.