Isabel Duarte, una mujer que confiaba en la bondad humana, se vio envuelta en una estafa desgarradora que la dejó sin casi $25,000 en efectivo y joyas. La historia viral revela los detalles impactantes de cómo cayó en la trampa de estafadores sin escrúpulos. La víctima ha llegado a pensar que la hipnotizaron, pues cuando relata lo que hizo con su dinero y joyas, apenas puede creerlo.
Según contó Duarte a Telemundo 52, todo comenzó cuando iba camino a una cita médica y fue abordada por una mujer que aparentaba ser de nacionalidad panameña y necesitaba direcciones hacia una supuesta oficina de Inmigración. La estafadora, con una historia convincente y lástima, logró persuadir a la víctima para que subiera a un automóvil desconocido, que “casualmente” pasaba por ahí.
La ilusión del premio de lotería y la petición de dinero
Dentro del vehículo, la mujer aseguró tener un boleto ganador de la lotería con un premio de $680,000. Un hombre se sumó a la situación y afirmó ser un agente de lotería. La trama se desarrolló cuando les propusieron cambiar el billete con la condición de pagar $68,000 al notario para recibir el premio. Duarte, presa de la ilusión, entregó $25,000 en efectivo y joyas como garantía.
Con la promesa de un premio de $30,000 como recompensa, Duarte se encontró esperando en vano. El supuesto amigo del estafador nunca apareció, y al regresar al vehículo, tanto el dinero como los estafadores habían desaparecido. Una pérdida devastadora que ha dejado a Duarte buscando respuestas y presentando un informe a la policía.
El caso de Isabel Duarte sirve como recordatorio de la importancia de la precaución. Las autoridades de la Lotería de California subrayan que ningún ganador de lotería debe pagar para reclamar su premio. Carolyn Becker, portavoz de la Lotería, advierte enfáticamente que nunca se debe entregar dinero a cambio de un premio, independientemente del estatus migratorio.
Becker aconseja que, en caso de duda, los ganadores se comuniquen directamente con la oficina de la lotería al 1-800-lottery o al 1-800 568-8379. Además, destaca que incluso los indocumentados pueden reclamar su premio sin tener que pagar ninguna tarifa. La historia de Duarte, aunque dolorosa, busca ser una advertencia para otros, recordándonos que la prudencia y la verificación son clave cuando se trata de tratos financieros inesperados.
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