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Las pesadillas se producen durante sueños profundos y casi siempre se originan por el estrés del día o vivencias que te marcaron en tu vida. Si últimamente estás pasando por estos episodios y no sabes de qué forma dormir en paz, en las siguientes líneas te brindamos trucos y consejos prácticos para controlarlo.
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De acuerdo a la información publicada en la página oficial de MayoClinic, una pesadilla no es otra cosa que un sueño perturbador relacionado con sentimientos negativos, como ansiedad o miedo.
Por lo general, las pesadillas son comunes en niños, pero también se puede manifestar en jóvenes, adultos y hasta ancianos. Según el medio citado, los menores suelen experimentar estos episodios desde los 3 años.
Este trastorno de sueño disminuye a los 10 años, pero si eres joven o adulto y estás teniendo pesadillas frecuentemente, más abajo te decimos de qué manera lo puedes controlar.
¿Cómo controlar las pesadillas?
Según el portal Sanitas, para controlar las pesadillas es primordial tener un “higiene de sueño”. ¿Qué significa eso? Una serie de hábitos y rutinas que se adoptan a fin de facilitar el sueño y la calidad del mismo.
Terapia de Ensayo Mental
La Clínica Mayo aborda este tema como un tratamiento de las pesadillas que siguen al estrés postraumático. Esto se basa en cambiar el final de la pesadilla recordada mientras se está despierto y así no resulte una amenaza. Posteriormente, se ensaya mentalmente el nuevo final, así lo precisa el portal El Mundo.
Hablar del sueño
Un método que se emplea mucho es contarle el sueño a alguien o escribirlo. Esto ayuda a alejar todo lo malo del episodio para que no vuelva a ocurrir. Algunas “abuelas” recomiendan hacerlo antes del mediodía.
Reducir el estrés
Como se mencionó anteriormente, una de las causas de las pesadillas tiene que ver con el exceso de estrés. Lo ideal es no pensar en nada dos horas antes de dormir y relajarte, ya sea escuchando música, leyendo un libro, dar un paseo al parque o compartiendo momentos con tus seres queridos.
Otras recomendaciones
Tomar baños a temperatura corporal antes de acostarse a fin de relajarnos. También es válido usar tapones para los oídos si es que hay algún ruido ambiental que evita conciliar el sueño. Cenar al menos dos horas antes de dormir. Por último, realizar ejercicios de relajación por la tarde ayudará a mantener la mente ocupada.
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